EGRESADOS DE LA UPRO
lunes, 01 mayo de 2017 | 15:45

“Si estudias un oficio, nunca sos viejo para trabajar”

Exequiel Luis Rodolfo Garro lleva tres nombres en honor a su abuelo paterno, su abuelo materno y su papá. Nació en el año 1967, en el barrio Estación de Villa Mercedes, donde pasó casi toda su vida. Fue a la escuela Nº 241, que en aquel tiempo se llamaba “Benito Juárez”.

Realizó el secundario hasta  2º año en el Colegio Industrial. Fue albañil, mecánico, remisero, operario y trabajó haciendo delivery para una rotisería local.

“A mi señora yo le teñía y le planchaba el pelo. Me gustaba hacer eso, pero después tuvimos problemas y nos separamos. Yo me deprimí, y salió la UPrO. Fui porque estaba bajoneado. Cuando empecé a cursar y a ver cómo era el ambiente en la universidad, me empecé a entusiasmar cada vez más. Yo antes de recibirme ya había comprado parte de los materiales que se necesitan para poder tener una peluquería”.

Exequiel Garro en su peluquería.

Exequiel Garro en su peluquería.

Su primera clienta, de lo que luego sería su oficio, era su exmujer: “Hay veces que se quejaba porque a lo mejor no planchaba bien o no peinaba bien, entonces pensé que tenía que estudiar para mejorar y ahí arrancó la idea de la UPrO. Cuando se cierra una puerta se abre otra, no en lo sentimental pero sí en lo económico. Me entusiasmé mucho y hace 5 meses que tengo esta peluquería”.

La Universidad Provincial de Oficios (UPrO) funcionó como un lugar de aprendizaje y al mismo tiempo de contención para Exequiel. “Después de 30 años sin estudiar me costó mucho agarrar un libro de nuevo. Tuve que rendir tres veces el curso de ingreso, hay que leer, hay que memorizar y entender lo que estaba leyendo. Todo lo que había hecho en mi vida, estaba lejos de relacionarse con lo que era un estudio”.

El “Viejo”, así lo conocieron en el ámbito universitario, comentó que “los compañeros fueron excelentes, pude hacer muchos amigos, que son muy buenos y me acompañaron mucho a pesar de mi edad. Porque la mayoría son jóvenes y a mí me incluyeron, me hicieron adaptar rápidamente. Por otro lado, la calidad de los profesores fue excelente, la enseñanza fue muy buena con seguimiento y la verdad es que uno estaba presionado para saber, porque si no sabes te sacan. Inclusive hubo muchos chicos que no pudieron recibirse porque realmente es exigente. Hay que rendir con las condiciones y eso te incentiva a ponerte las pilas. Pero el entorno, el lugar y la gente que hay en la universidad hacen que te den ganas de seguir, de estudiar, de superarte día a día. Yo aprendí muchas cosas”.

Con respecto al comienzo de su emprendimiento, Exequiel recuerdó: “Yo tenía un compañero de la UPrO que me comentó que había fallecido don Hugo Mezzano, peluquero de años de Villa Mercedes, y me dijo que viniera a hablar con Huber, el dueño del local en donde Mezzano alquilaba. Yo estaba trabajando en ‘La Pedrera’, y le dije al dueño del local que cuando cobrara le iba a pagar y me iba a poner a arreglar el local, pero él me dijo que no, que lo ocupara cuando quisiera. Al otro día ya me puse a arreglar el local y así lo fui poniendo cada vez más lindo hasta que tengo lo que se ve hoy”.

La peluquería funciona en un local de la galería “Mercedes” y se llama “El Viejo”. El nuevo peluquero, complementa esta actividad trabajando en un remis los fines de semana y haciendo otros tipos de changas.

“Es un orgullo tener un título colgado y haberlo conseguido a mi edad. Si vos sos joven no te cuesta tanto, pero de grande es más difícil, entonces ahora lo cuido, es como un fuego al cual uno le hace reparo para que no se apague y trata de mantenerlo y cuidarlo”, dijo.

En la actualidad, el profesional de las tijeras ve cómo de a poco el negocio va siendo cada vez más rentable: “La gente está viniendo, estoy haciendo clientes y me enseñaron en la UPrO que la atención al cliente es muy importante, y hay que tratar de hacer que la gente vuelva. Hay muchos, que realmente, les gustó el trabajo y volvieron, porque además se han sentido cómodos”.

Para finalizar, Garro indicó: “No hay edad para empezar, siempre hay una puerta abierta para emprender un proyecto. Estoy muy agradecido a la provincia, porque la UPrO es una puerta a un oficio. Te enseña mecánica de motos, construcción en seco, están enseñando muchas cosas que realmente son útiles para la sociedad y para las personas que puedan agarrar un oficio y ejercerlo. En la fábrica, a los 50 años sos viejo, pero si estudias un oficio, no sos viejo”.

Nota y fotos: Diego Gabriel Odorico – Prensa Universidad Provincial de Oficios.