VOLVER A MALVINAS
domingo, 11 octubre de 2015 | 03:39

Un diario de viaje cargado de emociones

Abrazos interminables, besos afectuosos, palmadas cariñosas y ojos llenos de lágrimas fueron las constantes de un viaje de más de dos días que se inició el jueves en Terrazas del Portezuelo y que culminó este sábado cuando el avión terminó de aterrizar en el aeropuerto Mount Pleasant de las Islas Malvinas. Las emociones salieron a relucir a flor de piel en cada uno de los momentos que tuvo la travesía.

Los héroes puntanos volvieron a las Malvinas después de 33 años.

Los héroes puntanos volvieron a las Malvinas después de 33 años.

Todo arrancó en el Salón Blanco de Terrazas cuando el veterano de guerra Aldo Ramón Barroso emocionó a todos con sus palabras. Los ceños fruncidos y las lágrimas no pudieron ser disimuladas, y hasta el propio gobernador CPN Claudio Poggi comenzó su discurso de despedida con la voz quebrada. De esa manera se comenzaba a concretar un sueño que en algunos casos tenía 33 largos años de espera.

Los saludos con los familiares y las últimas postales de la salida a la vera del colectivo que los transportaría hasta la Capital Federal, eran el preludio de lo que pasaría a lo largo de toda la ruta.

Transitando por la Autopista de las Serranías Puntanas y cruzando uno de los puentes de Villa Mercedes, una bandera gigante con el contorno de las islas y sobre un fondo con los colores celeste y blanco, esperaba a los viajeros que bajaron del micro y se mezclaron con quienes querían saludarlos o tomarse una foto con ellos.

Juanjo Becerra, un reconocido artesano mercedino tenía algo preparado para la ocasión y un encargue que hacerles. Les pidió a las viudas llevar un rosario y unos crucifijos realizados por él para dejarlos junto a las tumbas de los soldados argentinos “sólo conocidos por Dios” en el cementerio de Darwin. Las mujeres recibieron el pedido mientras que por la ruta los camiones y autos que pasaban hacían sonar las estridentes bocinas en señal de saludo y adhesión a los héroes. Las banderas argentinas se agitaban y nuevamente las lágrimas de emoción afloraban.

Había que seguir viaje y el puente de Justo Daract fue la segunda parada. Allí una autobomba de los Bomberos Voluntarios de esa ciudad los esperaba. Otra vez los abrazos, los saludos, las fotos y otro encargue… Este fue para los veteranos que debían llevar una gorra y una bandera para intercambiar con sus colegas isleños. La pregunta quedó flotando en el aire: ¿serán los británicos tan amigables como para realizar el trueque? Lo sabremos recién allá cuando se viste el cuartel. Allí se develará la incógnita.

Tras dejar atrás la provincia de San Luis, Córdoba recibía a la delegación puntana que cada vez se conocía más por las más de 5 horas que ya llevaba el viaje y por compartir los mates acompañados de la torta, que antes de salir les habían regalado en Terrazas, con la imagen decorada de las islas.

Laboulaye fue la tercera parada del itinerario. Tiempo de reaprovisionarse, cargar termos, merendar en algunos casos y en otros solamente de estirar un poco las piernas antes del inminente anochecer. Aún faltaban varias horas más de viaje y nuevas emociones.

La cuarta parada fue la localidad de Rufino, a las 20:30. Allí el Centro de Veteranos del lugar, a la vera de la ruta, agasajó a los puntanos, tal como lo hizo en los dos anteriores viajes. El regalo de un rosario para cada una de las mujeres que viajaron, fue le presente que entregaron los santafesinos para que acompañaran a los sanluiseño en el viaje.

Con la noche a pleno, vinieron luego las localidades bonaerenses de Junín, Chacabuco, Tres Sargentos, Carmen de Areco, San Antonio de Giles, Luján y Moreno. Antes de llegar a Capital Federal, el tránsito se hizo lento debido a los muchos cortes que presentaba la ruta por las tremendas inundaciones que hace algunos días azotaron a varias ciudades y localidades de la zona.

A las 2:25, el colectivo repleto de sanluiseños ingresaba a la “ciudad de nunca duerme” y enfilaba hacia el Aeroparque Jorge Newbery para cumplir con una nueva etapa del viaje: embarcar en avión rumbo a la ciudad de Río Gallegos, en el corazón de la Patagonia argentina.

A las 5:25 del viernes los viajeros ya estaban volando rumbo a la capital de Santa Cruz a, arribando a las 8:25. Río Gallegos los recibió con una temperatura de sólo 2ºC y una sensación térmica más baja debido al viento reinante.

Ahora sólo faltaban 543 kilómetros a la Isla de San Rafael, una plazoleta ubicada en la costanera, el punto más cercano desde Río Gallegos, y 793 kilómetros a Puerto Argentino, lugar emblemático y donde todos querían llegar.

El entusiasmo crecía en los sanlusieños mientras se trasladaron hacia la Plaza de los Héroes de Malvinas para testimoniar su llegada a la ciudad sureña. Desde allí los sanluiseños se dirigieron hasta el Hotel Comercio, en pleno centro de la ciudad, para hacer la última escala antes de viajar este sábado hacia el archipiélago.

Antes de ello, los héroes puntanos recibieron un nuevo reconocimiento. Alumnos y docentes de la escuela Nº 28 “José Honorio Ortega” los recibieron en su establecimiento y le brindaron un sentido homenaje.

El establecimiento lleva el nombre del único soldado de Río Gallegos que murió durante la guerra convirtiéndose en uno de los héroes patagónicos durante el  conflicto armado con Inglaterra. En ese entonces Ortega tenía 20 años y su mujer embarazada de mellizas que nacieron durante la guerra sin conocer a su padre.

En la noche del viernes hubo una cena entre todos los integrantes de la delegación aguardando el “gran día” que sería el sábado cuando viajaran hasta Malvinas.

Embarcados desde las 13:25 en Lan Airlines, los puntanos viajaron con destino a la Isla Soledad para comenzar a cumplir el sueño de 33 años. Cuando el reloj marcaba las 15:21, el Airbus chileno aterrizó en la base militar de Mount Pleasant y allí la emoción volvió a ser la principal protagonista.

Lágrimas de dolor pero también de alegría rodaron por las mejillas de varios viajeros que de esta manera veían coronado sus ansias de llegar hasta donde estuvieron hace más de tres décadas o donde quedaron sus seres queridos cumpliendo y honrando a la Patria hasta la muerte.

Video: Un diario de viaje cargado de emociones

Enviados Especiales:

Nota: Jorge Scivetti.

Fotos: Héctor “Tino” Videla.

Videos: Luciano Grangetto.