25 DE MAYO
domingo, 25 mayo de 2014 | 14:51

Monseñor Martínez celebró el tradicional Tedeum

El obispo Pedro Daniel Martínez ofició la ceremonia religiosa en la Catedral de San Luis de la que participó el gobernador de la Provincia, CNP Clauido Poggi. “La Argentina es peor o mejor en la medida que nosotros somos mejores o peores, a nadie le cabe la indiferencia”, dijo en su homilía en el prelado.

El jefe de estado asistió acompañado por su esposa Sandra Correa. Participaron, ministros, autoridades legislativas provinciales, municipales, concejales y representantes de cultos.

El Gobernador participó de la tradicional ceremonia Te Deum en la Catedral.

El Gobernador participó de la tradicional ceremonia Tedeum en la Catedral.

Desfilaron por pasillo central de la iglesia, siguiendo a la imagen de Nuestra Señora de Luján, las banderas de las policías Federal y de la Provincia y de colegios confesionales.

El Obispo en su homilía rescató los valores patrióticos  y el compromiso de los argentinos de trabajar por ella, destacó: “Todos somos responsables, tanto por acción como por omisión, estamos obligados a actuar desde nuestro lugar, como padres, profesionales, medios de comunicación, obreros, ministros de religión”.

“La Argentina es peor o mejor en la medida que nosotros somos mejores o peores, a nadie le cabe la indiferencia, ponerse la patria al hombro fue un título del entonces Cardenal Jorge Bergoglio”, señaló monseñor Martínez.

A su vez consideró que  “no hay que ser indiferentes y pasar de largo sin detenerse ante el herido que algunas veces es nuestra patria”. Pidió que desde el presente se mire hacia “el futuro y dar ayuda a las nuevas generaciones que necesitan de ejemplos dignos. La responsabilidad de los adultos de trabajar con las minorías, para que vivan alejados de la violencia, de la pornografía y las drogas que invade la realidad”.

El Te Deum fue presidido por el obispo Daniel Martínez.

El Tedeum fue presidido por el obispo Daniel Martínez.

“Para una Argentina del futuro dejemos que los niños sean niños, sin robarles su mayor tesoro que es la inocencia. Les damos oportunidades a los jóvenes para que estudien y trabajen, para que dejen el ocio que es la madre de todos los vicios. No les arrebatemos la posibilidad de amar y respetar al prójimo en todo momento y circunstancia”, reflexionó el Obispo de San Luis.

Citó la homilía que dio Bergoglio en el Tedeum de mayo de 1999, parafraseó: “Ser fieles a nuestra misión es cuidar este rescoldo del corazón, cuidarlo de las cenizas tramposas del olvido o de la presunción de creer que nuestra patria y nuestra familia no tienen historia o la han comenzado con nosotros. Rescoldo de memoria que condensa, como la brasa al fuego, los valores que nos hacen grandes: el modo de celebrar y defender la vida, de aceptar la muerte, de cuidar la fragilidad de nuestros hermanos más pobres”.

Finalmente hizo hincapié en que cada habitante debe poner su granito de arena y pedirle a Dios que bendiga a la patria en su cumpleaños, razón por la que celebra el Te Deum. “Hermoso espectáculo ante Dios que ve a su pueblo alabándolo, que bendiga y multiplique a quienes no se dejan corromper, a quienes hacen todo con honestidad y justicia, a los que cumplen con sus obligaciones familiares, laborales y religiosos. Que bendiga a San Luis y a sus hijos, que el señor haga brillar su rostro en ellos y muestre su gracia”, concluyó Martínez.

Nota: María Arellano

Fotos: Jesica Flandes

Video: Gonzalo Nievas

Edición: Esteban Castro