Argentina recibió una dura cachetada de Brasil, que al fin se sacó la espina y le ganó tras las dolorosas derrotas del 2010, 2011 y 2012. El Alma hizo un gran primer tiempo y en la segunda fue sometido por un rival más alto, completo y preparado. Muy lógico. Es posiblemente el fin de un ciclo histórico y el comienzo de otro.