Intercolegiales Culturales permitió conocer las vocaciones creativas del interior profundo

El fuerte estímulo a las expresiones de las comunidades educativas que contiene el programa del Gobierno llegó a todos los rincones de la provincia y prueba de ello es la notoriedad y reconocimiento que lograron los cuatro alumnos de la Escuela Nº 247 “Granadero José Doroteo Arias”, del paraje El Paraguay, en el departamento San Martín, que ganaron durante cuatro ediciones consecutivas.

“Por más que seamos pocos, siempre incentivo la participación en Intercolegiales Culturales porque es una iniciativa que profundiza el sentido de pertenencia y rescata y preserva nuestro patrimonio provincial”, valoró Cristina Laura Cuello, docente rural y directora de la Escuela N° 247 “Granadero José Doroteo Arias”, del paraje El Paraguay, departamento San Martín.

La directiva condujo los proyectos con los que sus tres alumnos ganaron durante cuatro ediciones consecutivas las instancias regionales. Los chicos que participaron fueron Milagros Arce, Julieta Arce y Santiago Torres, quien terminó la primaria en 2019.

Fundada en 1910, a la escuela se llega tras zigzaguear 18 km de camino serrano, que se abre al noroeste de Paso Grande, y cruzar el pintoresco Río Conlara, que también forma parte del entorno escolar. Pero, además, es una zona llena de historias, algunas de las cuales inspiraron los trabajos que compitieron en Intercolegiales Culturales.

El primero fue en 2016, con la cueca “San Luis de los Venados”.

El segundo fue un trabajo audiovisual sobre “La fiesta tradicional” de la zona.

“Nunca habíamos hecho un audiovisual y para nosotros era todo un desafío porque donde vivimos no hay electricidad y para poder filmar lo hacíamos con una máquina fotográfica a batería que nos obligaba a regresar al lugar elegido si había que repetir algunas tomas”, recordó la directora.

Ese audiovisual trató sobre San Antonio, el santo venerado en la zona y que los 25 de enero celebran su día con una gran fiesta: “Como nos gustó y nos divertimos mucho, en 2018 volvimos con otro corto llamado ‘Huellas en mi paraje’ para mostrar los primeros habitantes de la zona, que fueron los Comechingones, como lo muestra la presencia documentada de morteros, conanas, manos de moler y hasta pinturas rupestres que lucen intactas en una cueva a la que se accede caminando entre medio del monte.

En 2019 presentaron un cuarto proyecto bajo el nombre de “Cobijo puntano” para valorar lo que el Gobierno provincial hace con las personas que llegan del extranjero, como bolivianos y sirios.

En esa zona se comentaba que en 1912 llegó un inmigrante de origen turco. “Entonces hicimos un proyecto para determinar cómo había llegado esa persona a habitar en este paraje. El Turco Jacobo. Investigamos y armamos la historia. En esa época reinaba la revolución industrial, pero al mismo tiempo se desarrollaba una guerra en Europa y la Argentina promocionaba fuentes de trabajo para los extranjeros”, según concluyeron en su investigación.

Cuello recorre diariamente unos pocos kilómetros iguales de sinuosos desde su casa, ubicada en el paraje Manantial de la Higuera, para abrir la escuela y dar clases a dos alumnas de primario y uno de nivel inicial.

“Por más que seamos pocos, siempre incentivo la participación. Recuerdo que en cada uno de los proyectos estábamos con mucha expectativa. En 2019, estábamos con el grupo electrógeno prendido y nos entró un mensaje por WhatsApp comunicándonos que nuevamente nos premiaban; no lo podíamos creer, estábamos felices porque fue una experiencia única, no solo por participar, sino también conocer lugares hermosos de Buenos Aires, algo prácticamente imposible”, dijo la directora al recrear la emoción de aquel momento.

Experiencias inolvidables

La docente y directiva acompañó a los chicos en los tres viajes a Buenos Aires con los que el Gobierno provincial los premió.

Milagros participó en las cuatro instancias que ganaron en Intercolegiales Culturales: “La experiencia fue muy linda, en especial poder compartir con los compañeros las filmaciones y reírnos mucho cuando no salía un guion. El viaje a Buenos Aires también fue una experiencia muy linda y única para un niño, como ver animales exóticos y visitar el Teatro Colón”.

Julieta, que también integró los proyectos en las cuatro ediciones, recuerda con mucha alegría y risas los trabajos previos. Pero también guarda invalorables recuerdos de los viajes a Buenos Aires: “Me gustó todo, en especial el Parque Temaiken donde vi animales que no conocía, como los hipopótamos, pero también el Teatro Colón y el Parque de la Costa”.