Museo Malvinas: “Esto sería el comienzo para devolverles todo lo que hicieron por nosotros, siempre estaré agradecido, eternamente”

En cada punto de la provincia, la cuestión Malvinas se puso en el lugar donde debe estar, el de la memoria colectiva y como política de Estado que convoca al pueblo a conmemorar y a reafirmar el compromiso con la defensa de los derechos. Este 2022, San Luis declaró el “Año del 40º Aniversario de la Gesta de Malvinas”, con la finalidad de rendirle honor a los héroes de la guerra.

En la localidad de Saladillo, el homenaje tiene como protagonista a un niño de 10 años que reúne objetos para representar y reflexionar sobre el conflicto y sus efectos. Felipe Villegas, tenía 7 años cuando todo comenzó. Su maestra, Norma Reyna, fue la primera facilitadora que despertó un interés especial en él sobre esta lucha histórica y sin más, decidió festejar su cumpleaños con la temática. En la actualidad, inauguró su propio “Museo Malvinas” rodeado de sus afectos, amigos, vecinos, comunidades e instituciones que lo acompañan en este gran proyecto.

“Querido Nicolás, esta carta es para agradecerte por todo lo que has hecho por mi patria, sé que pasaron frío, mucho miedo y sé que la patria pasó un mal momento. Si yo estuviera ahí y fuese un soldado, iría a combatir por mi patria. Tu lucha Nicolás, en las Malvinas, no fue en vano, eso me enseñó a valorar a mi patria, mi tierra, mi nacimiento junto a todos los soldaditos que lucharon en la guerra”, escribió Felipe, en los fragmentos de una carta dirigida a un combatiente.

Inició en las paredes y rincones de su casa, pero la experiencia lo llevó a compartir esas memorias materiales y a crear un espacio de exhibición en su pueblo para avalar la causa. El pequeño, entendió que no estaba solo en esto, el Estado provincial lo acompaña en la iniciativa junto a excombatientes, familiares y visitantes que le propiciaron una numerosa cantidad de obsequios para evocar la memoria y alumbrar contra el olvido.

Hoy, cada ciudad del territorio de San Luis, tiene una plaza, una escuela, un monolito, un mural, un lugar que los homenajea. En el museo de Felipe, un paracaídas, un jarrón, un casco, un collar o una carta son materialidades que alojan esos recuerdos y que entretejen historias para que vivan en la memoria.

Por último, en su escrito, reafirmó que: “Esto sería el comienzo para devolver todo lo que hicieron por nosotros, siempre estaré agradecido, eternamente, abrazos fraternales. El valor y el honor no se olvidan ¡Viva la patria!”.

Felipe, junto a su familia recibe a invitados de todas partes, con una sonrisa asombrosa, viste una campera celeste y blanca. La escuela, le enseñó a defender sus ideales de forma pacífica y honrar a los héroes argentinos. Su hogar, es un memorial que resguarda historias de vida de quienes fueron a defender nuestra tierra y este hecho se convirtió en un espacio respetado por toda la sociedad. Malvinas no es pasado, es presente y futuro.