SALUD
sábado, 05 septiembre de 2015 | 12:52

La meditación científica

Un catedrático español, una instructora estadounidense y una investigadora del Instituto de Neurología Cognitiva exponen ventajas y matices del mindfulness, una disciplina meditativa simple que crece en el país y el mundo.

El español Vicente Simón es médico, psiquiatra y catedrático de Psicobiología en la Universidad de Valencia.

El español Vicente Simón es médico, psiquiatra y catedrático de Psicobiología en la Universidad de Valencia.

El español Vicente Simón es médico, psiquiatra y catedrático de Psicobiología en la Universidad de Valencia. Tras una larga experiencia docente e investigadora, se ha dedicado a la práctica de mindfulness y a la enseñanza de la meditación, a través de grupos, cursos online, conferencias, cursos presenciales y dirección de retiros.

Ha publicado los libros “Aprender a practicar mindfulness”, “Iniciación al mindfulness”, “Vivir con plena atención”, “Mindfulness en la práctica clínica” y “La compasión: el corazón de mindfulness”.

En español, Simón es uno de los principales expertos en la neurobiología del mindfulness o atención plena, una disciplina de meditación que puede modificar el cerebro, según las últimas investigaciones científicas. Los videos del doctor son frecuentemente visitados en Youtube.

“Yo comencé a practicar hace más de 20 años, concretamente empecé practicando la meditación zen. La práctica me ha acompañado durante todo ese tiempo y se ha convertido en una parte esencial de mi vida. Es muy difícil hablar de ‘beneficios’ como algo aislado del resto de la evolución vital. Creo que la meditación ha influido sobre todos los aspectos de mi vida y lo ha hecho para bien”, explica Simón, nacido en 1946.

_ ¿En qué se diferencia el mindfulness de alguna otra técnica de autoayuda?

_ La verdad es que yo no diría que mindfulness es una técnica de autoayuda. Ni siquiera diría que es una técnica. Aunque, al principio de la práctica, uno pueda decir que está aplicando una técnica (una forma concreta de meditar), si se sigue practicando, lo que sucede es que la manera de vivir y la propia personalidad se ven afectadas en su conjunto. Es lógico que si modificamos la actividad cerebral de forma continuada vaya cambiando, globalmente, el funcionamiento cerebral. Por eso, a veces, me gusta definir mindfulness como una forma de optimizar el funcionamiento del cerebro humano. Se sabe cómo se empieza, pero es muy difícil predecir cómo va a evolucionar un cerebro concreto y en qué dirección va a fomentar el crecimiento de esa persona. Sólo podemos decir que, si se hace en condiciones favorables, esa persona va madurar como ser humano y va a poder expresar lo mejor de sí mismo. Habrá un aumento en su nivel de conciencia e incluso puede producirse un salto cualitativo en su estado de conciencia.

_ ¿Por qué cree que tanto la neurobiología cerebral como la aplicación clínica de mindfulness se encuentran ahora en un período de crecimiento explosivo?

_  La explosión de la neurobiología se debe a que, en la actualidad, poseemos técnicas (como la neuroimagen) que permiten estudiar el cerebro en vivo y en directo. Antes era imposible estudiar un cerebro antes de la muerte. Ahora, podemos saber lo que sucede en el cerebro durante la meditación (o durante cualquier otra actividad), sin dañarlo. Es por eso que la meditación está recibiendo tanta atención por parte de los investigadores. Pero no sólo la meditación, también cualquier otro tipo de actividad cerebral está siendo estudiada con estas técnicas.

En el caso de la aplicación clínica, lo que ha sucedido es que, al extenderse en Occidente el conocimiento de las prácticas meditativas orientales, fue haciéndose obvio que dichas prácticas poseían aspectos muy interesantes y potencialmente aplicables en psicoterapia. Concretamente el budismo es, en cierta forma, una psicología y no es de extrañar que, cuando esto comenzó a comprenderse en Occidente, se recurriera en seguida aprovechar esos conocimientos milenarios para aplicarlos a la solución de los problemas psicológicos que hoy día nos preocupan.

_ ¿En España cuánto ha crecido la práctica de mindfulness? ¿En parte, se debe a la situación económica del país?

_ Yo creo que en España el desarrollo de mindfulness no difiere mucho de lo que sucede en el resto de países de nuestro entorno geográfico. Cada país tiene sus particularidades, pero la explosión de mindfulness es un fenómeno global. Empezó, desde luego, en Estados Unidos, en donde nos llevan unos 20 años de ventaja, pero se está extendiendo con mucha rapidez por todo Occidente. La crisis económica no creo que haya tenido mucha importancia para mindfulness. El sufrimiento humano siempre está presente, en los tiempos de crisis y en los de bonanza.

Corrine Stoewsand es una estadounidense formada en Tailandia que desde hace más de 10 años es instructora de mindfulness en Buenos Aires. Stoewsand es directora de la Fundación “Foro” y estudió con Alan Wallace, un reconocido estudioso del budismo tibetano que fue ordenado por el Dalai Lama.

Fundación “Foro” impulsa la Terapia Comportamental Dialéctica (DBT o Dialectical Behavior Therapy) en Sudamérica. La terapia, basada en mindfulness, es para ayudar a personas con problemas de salud mental complejas, como por ejemplo, trastornos de la personalidad. El equipo de profesionales en DBT consiste de aproximadamente en 30 profesionales que trabajan con colegios, universidades y empresas.

Corrine Stoewsand es una estadounidense formada en Tailandia, que desde hace más de diez años es instructora de mindfulness en Buenos Aires

Corrine Stoewsand  desde hace más de diez años es instructora de mindfulness en Buenos Aires.

_ ¿Qué estereotipos hay alrededor de la meditación?

_ Muchas personas piensan que hay un “estado de meditación” que es un estado de serenidad con “la mente en blanco”. La realidad es que es un proceso de conocerse, enfrentarse y aceptarse. Hay distintas formas de meditación.  Podemos decir que hay tres pilares de meditación. Hay prácticas que ponen la atención en un foco estrecho, para desarrollar concentración continuo y aquietar la mente. Hay prácticas con la atención más abierta y que lleva curiosidad para indagar a la realidad del mundo. El tercer pilar incluye prácticas para desarrollar compasión, bondad, ecuanimidad y otras conexiones humanas basadas en el amor universal.

Aparte del Dalai Lama, Steve Jobs, Oprah Winfrey y Richard Gere son algunos de los practicantes mundialmente conocidos. Aunque basta la respiración y puede practicarse sencillamente siguiendo audios que van desde los 3 a los 45 minutos, Stoewsand recomienda practicar junto a un maestro o instructor para “dejar el ego y ver la interconexión entre todos”.

_ ¿Diferenciar lo urgente de lo importante puede ser el comienzo para la práctica sostenida?

_ Empezamos exactamente aquí y ahora donde estamos. Llevamos la atención a nuestro estado interno y el alrededor. Si lo urgente es una curiosidad profunda para estar presente y conocer la realidad en el espacio de la conciencia actual, observamos y vivimos el momento presente así. Si lo urgente es escapar de la experiencia en el momento presente, entonces observamos y vivimos esto conscientemente.

 _ ¿Hace falta ser budista para practicar esta técnica milenaria? ¿Se puede practicar en todo momento?

_ Mindfulness es una práctica secular, aunque tiene raíces en todas las grandes religiones del mundo. Es una práctica de prestar atención a lo que se esta haciendo mientras lo hace. Es la unificación del mente y cuerpo porque todas las sentidos y experiencias pasan por el cuerpo.

_ ¿Aproximadamente en cuánto tiempo se ven resultados positivos?

_ En sólo una respiración puede cambiar tu mundo. Inhalar con la atención en la inhalación y exhalar conscientemente, largo y lento, soltando tensiones corporales si es posible. En solo un bocado de una manzana podemos saborear la textura, el gusto y el jugo y escuchar el “crunch, crunch” y observar como cambia la textura, temperatura, y gusto hasta que es un líquido en la boca. Podemos observar el impulso de tragar y cuando tragamos sentimos como la manzana sigue en su camino, convirtiéndose a uno mismo.

El doctor Jon Kabat- Zinn descubrió en el Tíbet la práctica de la atención plena. A su regreso fundó en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, el Programa Reducción del Estrés Basado en la Atención Plena (Rebap).

En Argentina, actualmente, el Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), presidido por el neurocientífico Facundo Manes, investiga acerca de esta disciplina meditativa y, bajo la modalidad a distancia, ofrece un programa de manejo y reducción del estrés basado en mindfulness.

“Descubrí mindfulness hace muchos años, más de 10”, señala Mercedes Méndez, psicóloga e investigadora del equipo de terapeutas cognitivas de INECO. “En la institución donde trabajaba había una persona que lo practicaba y lo enseñaba y siempre me había interesado, por esto de conjugar espiritualidad y ciencia, dos aspectos que andaban sueltos en mi vida y que me atraía poder unir. Hice el MBSR (entrenamiento en reducción del estrés basado en MDF) en 2009 cuando venía de algunos años de mucho trabajo, habían aumentado mis responsabilidades, además de mis pacientes de consultorio, había empezado a ser admisora, coordinadora y supervisara de terapeutas y empecé a sentir que me estaba estresando”, recuerda.

“Tenía dos hijas chiquitas y sentí que estaba empezando a desbordarme. El curso fue para mi lo que buscaba: empecé un camino de autodescubrimiento, autoregistro y autoregulación que cambió mi vida y la sigue cambiando, tanto que decidí dedicar mi vida a esto y a poder transmitirlo también. Me ayudó a darme cuenta de muchas cosas mías y de la realidad, y a poder relacionarme con lo que me pasa de una manera distinta, con más ecuanimidad, mayor claridad y orden”, dice.

Mercedes señala que INECO introdujo mindfulness en el 2010 sobre todo por su correlato científico, neurológico y por la relación con las neurociencias. “Se la llama meditación científica porque se vienen midiendo sus resultados y se ven logros no sólo en el registro cualitativo y en la vida y experiencia de las personas, sino también en los marcadores biológicos del cerebro. Los últimos estudios apuntan a descubrir en meditadores de largo plazo un aumento en la materia gris. Esto sumado a todos los otros descubrimientos en el cerebro que ya estaban estudiados (aumento de corteza, cambios en la amígdala, ínsula, etc.)”, expone.

Desde 2010, INECO investiga y difunde el mindfulness

Desde 2010, INECO investiga y difunde el mindfulness

_ ¿Cuál es la diferencia entre mente y cerebro?

_ Desde mindfulness, el cerebro es el órgano que regula todo nuestros pensamientos, emociones y acciones. La mente se refiere más a las capacidades puramente racionales como puede analizar, juzgar, categorizar, planificar, comparar, organizar, etc.

_ ¿Por qué se dice que es necesario reeducar la mente?

_ Más que reeducar la mente sería aquietarla, no dejar que se ocupe de todo, incluso de cosas que no se solucionan mentalmente. Lo que hacemos es aprender a prestar más atención a los sentidos externos e internos, a la experiencia y a otras cualidades de las personas que resultan generar mejor calidad de vida y bienestar, además de ayudar a resolver mejor los problemas. Aprendemos a conocer el funcionamiento de nuestra mente para no esperar más de lo que ella puede dar y relacionarnos con ella de una manera distinta, para no saturar lo mental y recuperar equilibrios que olvidamos.

Mercedes detalla los últimos avances en la disciplina. “Unos de los estudios demuestra que después de un curso MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) de 8 semanas de duración, se observó un engrosamiento del hipocampo (una estructura que cumple un rol fundamental en el aprendizaje y la memoria) y en otras áreas de importancia para la regulación emocional y el procesamiento auto-referencial. También se encontró una disminución en el tamaño de la amígdala (que es responsable del miedo, la ansiedad y el estrés). En el mismo estudio se encontró una disminución de las emociones negativas y los síntomas de la ansiedad social, en combinación con una mayor respuesta de la corteza parietal -relacionada con la atención- al usar una estrategia atencional de regulación de las creencias negativas.

Pero lo más importante de todo es que hubo una correlación entre estos cambios estructurales del cerebro y el reporte subjetivo de los participantes del estudio en cuanto a sus niveles de estrés”, indica.

“Otros estudios han encontrado que el entrenamiento en mindfulness produce disminuciones en la ansiedad, que se corresponderían con una mayor activación de algunas áreas del córtex prefrontal medial . En una línea similar, otros investigadores han hallado que el alivio de la ansiedad resultante de la práctica de la meditación estaría conectado con activaciones en el córtex cingulado anterior, el córtex prefrontal ventromedial y la ínsula anterior”, agrega.

_ Además de neuroplasticidad, ¿qué otros beneficios trae la práctica?

_ En primer lugar la autorregulación de la atención facilita la concentración de la mente. Esto conduce a una mayor serenidad y estabilidad de los fenómenos mentales. Y la serenidad a un aumento de la comprensión de nuestra realidad (curiosidad, apertura) y de la ecuanimidad, compasión y aceptación.

También se observa con la práctica sostenida: percepción menos reactiva del dolor severo, habilidad para incrementar la tolerancia al dolor o al sufrimiento, disminución del estrés, ansiedad y estados depresivos. Mejora la adherencia a los tratamientos médico/psicológicos. Ayuda al desarrollo de la empatía, paciencia, autoobservación. Puede generar motivación para realizar cambios en la calidad de vida. Mejora la conexión social y enriquecimiento de los vínculos. Genera mejoras en el sistema inmunológico, en el sistema nervioso, en la función endócrina…(estos último en estudio).

_ ¿El estrés adaptativo es diferente del que se observa con mindfulness?

_El estrés adaptativo desde mindfulness es el que nos permite cuidarnos y darnos cuenta de que estamos en una situación de peligro, que implica una demanda para nuestro organismo. El estrés es parte normal y esperable de la vida. El problema se genera cuando se cronifica y no logramos recuperar nuestro equilibrio, o cuando creamos situaciones estresantes en nuestra mente pero que son percibidas así, pero no hay un peligro real. Sobre esto ayuda a cambiar mindfulness, el modo en que percibimos el estrés y el modo en que nos relacionamos con los estresores. Y sobre todo, darnos cuenta de cuánto estrés por momentos nos creamos nosotros mismos. Como decimos en mindfulness “no es el estresor en sí mismo sino la forma de percibirlo y manejarlo”.

_ ¿Qué capacidades innatas estima que estamos olvidando por la adicción a la velocidad y el deseo permanente de estímulos nuevos?

_ Con la velocidad, el consumo y el multitasking vamos perdiendo el sabor de la vida que sólo se revela en la lentitud, el silencio y la conexión. Perdemos oportunidades de estar presentes y plenos en nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. En el presente vivido plenamente no hay aburrimiento e insatisfacción, dos de los males de nuestros tiempos.

_ ¿Cuánto ha crecido el desarrollo de mindfulness en el país?

_ Mindfulness está creciendo mucho en nuestro país y observamos que esto es exponencial, si bien hace más de 15 años que está, su mayor crecimiento se está dando ahora. Las personas que lo buscan para sí mismos, pero sobre todo profesionales de distintas áreas, de la salud en especial, hoy están buscando esta herramienta. Lo cual empieza a hablar de algo que vino para quedarse, que se está instalando en la ciencia. En otros países también está creciendo mucho, diría que en casi todos los países hay gente que está trabajando con esto.

La meditación ingresa con fuerza a Occidente y el mindfulness encuentra eco en cada región donde se presenta. El doctor Vicente Simón trabajó como asistente investigador en el Departamento de Fisiología de la Universidad del Ruhr, Alemania, donde comenzó a interesarse por el estudio de la conducta. Además, es miembro fundador y presidente honorífico de la Asociación Española de Mindfulness (AMIND, antes AMYS), una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la promoción y formación de profesionales de la salud interesados en integrar la atención plena en la práctica clínica. En la actualidad, imparte cursos y dirige grupos de meditación, especialmente para profesionales de la salud mental. También es académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana y tiene la web www.mindfulnessvicentesimon.com.

Con su último libro, “La compasión: el corazón de mindfulness”, Simón ahonda acerca de la práctica milenaria y en diálogo con ANSL comparte.

_ Durante los comienzos en Occidente, quienes difundían mindfulness hacían hincapié en el aspecto cognitivo, ¿hoy por qué se está ampliando la visión?

_ Me imagino que los aspectos cognitivos resultaron más atrayentes para los primeros exploradores del fenómeno mindfulness, ya que son más fáciles de explicar a una mentalidad occidental, que busca el rendimiento cognitivo y el éxito escolar o empresarial. Después, al comprender mejor lo qué es mindfulness, los aspectos afectivos del fenómeno han comenzado a ser evidentes y ahora asistimos a una especie de corrección, en la que se está destacando especialmente el papel de la compasión y de la autocompasion. De todas formas, esta evolución no deja de ser curiosa ya que en la mística occidental, el aspecto afectivo siempre ha estado claramente presente en todas las prácticas contemplativas.

_ ¿Cuál ha sido el rol de la compasión en la evolución de la especies?

_ Hoy en día los científicos consideran que las conductas altruistas se han desarrollado en todas las especies porque priman la supervivencia y la capacidad reproductora de los individuos que poseen los genes adecuados y los transmiten. Por ejemplo, los individuos que ayudan más a sus hijos contribuyen a que éstos vivan más, tengan más descendencia y propaguen esos genes altruistas en mayor medida. Lo mismo sucede con la elección de parejas y con colaboración de distintos individuos entre sí (en cualquier tipo de actividad humana de la que se trate). A más cooperación, más supervivencia y más propagación de los genes del altruismo o de la compasión.

A esto hay que añadir que la especie humana es extraordinariamente social y las sociedades florecen cuando florecen las conductas de ayuda y de colaboración. El ser compasivos no sólo favorece a nuestros semejantes, sino que nos beneficia a nosotros mismos, tanto por hacernos más felices como por influir positivamente sobre nuestra salud.

_ ¿Cuáles son los efectos terapéuticos de la compasión y por qué es importante diferenciarla de la lástima y la empatía?

_ La compasión contribuye, de manera notable, a disminuir la ansiedad y la depresión. También nos cura de nuestro egoísmo, de estar centrados de manera exclusiva en nosotros mismos, permitiéndonos así abrirnos y participar en mundo de los otros. Nos cura asimismo de la soledad, que es algo muy dañino para la salud del cuerpo y para la del alma.

Actualmente, el significado de la palabra empatía se está modificando ligeramente. En la empatía, lo que hacemos es compartir los sentimientos de otra persona en nuestro cuerpo. Es una capacidad importante que posee nuestro cerebro, pero luego falta por saber qué es lo que vamos a hacer con ella. La podemos utilizar para ayudar a una persona (que es lo que sucede en la compasión), pero también puede ser empleada para manipular a esa persona de diversas maneras, en cuyo caso nos encontramos con un comportamiento evidentemente muy alejado de la compasión. Por eso, empatía y compasión son cosas claramente diferentes.

En cuanto a la lástima, se diferencia de la compasión porque en ella existe un sentimiento de superioridad hacia la persona que nos la inspira, mientras que la compasión es un sentimiento que se produce entre iguales. En la compasión no hay superioridad.

_ ¿En Occidente todavía no sabemos distinguir entre egoísmo y autocompasión?

_ Lo que sucede es que, a nivel del gran público, todavía no se conoce bien lo que es la autocompasión. Es una palabra que asusta y se malinterpreta. Se confunde con lástima por uno mismo, que es algo que no está muy bien visto. Y la autocompasión no es eso. Hace falta que la gente comprenda lo que es verdaderamente la autocompasión; ser autocompasivo consiste, esencialmente, en tratarse a sí mismo con la misma amabilidad y cariño con los que tratamos a un ser querido al que vemos sufrir y que nos pide ayuda. Todo estriba en tratarnos bien cuando estamos sufriendo. Además, conviene añadir que, para ser compasivos con los demás, primero hemos de queremos bien a nosotros mismos. Es un prerequisito. Por eso, no hay nada más alejado del egoísmo que la autocompasión.

 _ ¿Por qué es peligroso el hábito de que la mente salte de un tema a otro?

_ Más que peligroso, es ineficiente. Una mente que no se concentra no puede rendir mucho, no puede centrarse ni resolver adecuadamente los problemas que se le plantean. Además, una mente errante (que salta de un tema a otro con frecuencia) nos conduce fácilmente a la inquietud y a la ansiedad. Nos lleva al malestar del desasosiego.

A parte de estos inconvenientes de la mente errante o mente de mono, nuestra mente habitual se caracteriza por escaparse con demasiada frecuencia hacia el futuro o hacia el pasado. Y se constata, que el no vivir en el presente, va asociado a la infelicidad. Somos más felices cuando vivimos en el ahora, cuando estamos atentos a lo que está pasando, incluso cuando lo que pasa no sea algo especialmente agradable.

_ ¿Esa mente no sirve para dar respuesta a los problemas profundos del ser humano?

_ Yo creo que lo que se encuentra en juego es algo mucho más importante. Desde mi punto de vista (y no sólo desde el mío), al menos partes muy extensas de la humanidad están experimentando un cambio global en su estado de conciencia. Sería un cambio desde un estado -el actual-, en el que predomina sobre todo el pensamiento, a un estado más evolucionado en el que predominaría sobre todo la conciencia. En este cambio (cuya velocidad y características, no podemos valorar todavía por falta de perspectiva), el fenómeno mindfulness sería una de las herramientas cruciales en la producción de la transformación.

Por tanto, al practicar mindfulness, estamos contribuyendo a ese aumento global de la conciencia en el mundo y, de alguna forma, estamos incrementando las probabilidades de que la humanidad sobreviva y no perezca destruida por los excesos de su propia locura.

Nota: Matías Gómez.

Fotos: Gentileza.

Corrección: Berenice Tello.

Contenidista: Emilce Martínez.