TODOS A LA ROBÓTICA
jueves, 27 febrero de 2014 | 18:21

La disciplina que conquista a los chicos sanluiseños

Cada vez más escuelas de la provincia de San Luis están comprobando los beneficios de abordar las distintas áreas curriculares por medio de la robótica. El Instituto Santa Rosa de Lima, de la localidad de Buena Esperanza, es uno de ellos. Ayer, dos alumnas de 5° grado tuvieron a su cargo una importante tarea: demostrarle al gobernador de San Luis, CPN Claudio Poggi, y a los integrantes del gabinete provincial, cómo trabajan con los kits de Todos a la Robótica en el aula.

 “Lo que más me gusta de la robótica es que puedo armar lo que sea”, asegura Camila

“Lo que más me gusta de la robótica es que puedo armar lo que sea”, asegura Camila

Camila (10) y Paulina (9) fueron las responsables de la demostración. Con el nerviosismo de tener que dirigirse a la autoridad máxima de la provincia y, al mismo tiempo, con la soltura que caracteriza a los más chiquitos, estas dos nenas mostraron cómo la robótica motiva la creatividad de los chicos sanluiseños.

“Nunca pensé que iba a poder armar un molino, un autito y ¡hasta un lavarropas!”, asegura Camila. Y añade: “Lo que más me gusta de la robótica es que puedo armar lo que sea. Sólo hay que seguir los planos y combinar las piezas correctas”.

Paulina, por su parte, cuenta que no le resulta difícil construir con los kits. “Empezamos con un puente y ahora hacemos balanzas, catapultas y muchas otras cosas con movimiento. Todos los días aprendemos un poquito más”, afirma.

El desafío de enseñar por medio de la robótica

La motivación lograda con estas nenas, y tantos otros alumnos, no habría sido posible sin la incorporación de los kits al trabajo áulico diario. Julio Sánchez, profesor de Ciencias Naturales y Tecnología de Buena Esperanza, fue uno de los docentes que introdujo las piezas de tecnología robótica a sus clases en 2012.

“La robótica permite integrar temas, extenderlos más allá de la carpeta. Por ejemplo, cuando vimos las energías renovables, decidimos ahondar en la éolica. Luego de ver los conceptos claves, les propuse armar un molino”, recuerda.

Pero el primer acercamiento al kit no llega con el armado, sino con el reconocimiento de las piezas y la distribución de los roles. “Esto contribuye al orden del trabajo grupal”, asegura.

-¿Por qué recomendarías a otros docentes trabajar con los kits en el aula?

-J.S.: Al igual que las netbooks que los alumnos reciben por medio de Todos los Chicos en la Red, los kits de robótica les permiten expresar sus ideas. También fomentan su creatividad y los invitan a crear nuevas cosas, que no figuran en los planos.

Este año, el profe Sánchez planteará un nuevo desafío a sus alumnos de 5º grado: empezar a programar y calibrar sensores de sonido, luz y movimiento. “Por medio de la robótica, los chicos aprenden a ser responsables, trabajar en equipo y concentrarse en una tarea”, destacó.

Nota y foto: Prensa ULP.