VERANO 2026
Renca: historia, fe y naturaleza para disfrutar el verano
Ubicada en el departamento Chacabuco, la localidad ofrece una propuesta auténtica para quienes buscan tranquilidad, contacto con la naturaleza y un profundo valor histórico y cultural.
Ubicada a unos 150 kilómetros de la ciudad de San Luis, cerca de Concarán y La Toma, Renca es uno de los asentamientos más antiguos de la provincia, con orígenes que se remontan al siglo XVIII. Su tamaño reducido y su ritmo pausado la convierten en un destino ideal para desconectar del turismo masivo y reencontrarse con la esencia de los pueblos del interior puntano.
Uno de los principales atractivos para la temporada de verano es el balneario municipal, emplazado a orillas del río Conlara. Con aguas cristalinas y un entorno natural dominado por la vegetación autóctona, el lugar cuenta con sectores para camping, asadores y espacios pensados para el descanso y la recreación familiar. Es una opción perfecta para refrescarse en los días de calor, disfrutar del paisaje serrano y compartir jornadas al aire libre en un ambiente seguro y tranquilo.
Además del balneario, la zona ofrece alternativas para quienes disfrutan de la pesca, caminatas y paseos por la naturaleza. La cercanía al dique San Felipe y los senderos naturales permiten sumar actividades recreativas que complementan la experiencia turística, especialmente durante el verano.
Renca también se destaca por su fuerte identidad cultural y religiosa. La capilla del Señor de Renca, construida en el siglo XVIII, es uno de los santuarios más importantes de la región y constituye un verdadero patrimonio histórico de la provincia. Cada 3 de mayo, el pueblo recibe a miles de peregrinos que llegan para participar de la tradicional fiesta patronal del Cristo de Renca, un acontecimiento que convoca a fieles de San Luis y de provincias vecinas, y que pone de manifiesto la vigencia de la fe popular y las tradiciones.
A esto se suma su relevancia histórica: Renca fue cuna de gobernadores y de granaderos que participaron en las luchas por la independencia, lo que refuerza su valor como sitio de memoria y legado nacional.
Con su combinación de naturaleza, historia y espiritualidad, Renca se posiciona como una excelente alternativa para el turismo de cercanía durante el verano. Un destino accesible y auténtico, ideal para quienes buscan descanso, experiencias genuinas y el encanto de un pueblo que conserva intacta su identidad, tradiciones y costumbres.
Dique San Felipe
A solo cinco minutos de Renca se emplaza uno de los diques más antiguos de la provincia, el San Felipe, un embalse donde se puede practicar la mayoría de los deportes acuáticos y la pesca de pejerrey.
El embalse que está en la cuenca del río Conlara, fue construido en el año 1941. Posee una cuenca hidrológica de aporte de 1.300 kilómetros cuadrados y una capacidad de riego de 13.000 hectáreas. Es uno de los espejos de agua más importantes de la provincia, con una superficie de lago de 1.280 hectáreas, lo que lo posiciona entre los diques más grandes de San Luis. Su capacidad de embalse es 81 hectómetros cúbicos y su cota de coronamiento se encuentra a 844 metros sobre el nivel del mar.
Su pintoresco marco natural potencia el desarrollo turístico de la zona, con una destacada oferta de clubes, campings y servicios gastronómicos.
Visitar el San Felipe no es la única opción de esparcimiento que ofrece Renca. Para agendar y no perdérselo es el recorrido por los puntos históricos del pueblo, como la vista del templo donde está la centenaria imagen del Señor de Renca; el emblemático cementerio; la casa histórica, hoy Casa Cultural, y el monumento al primer gobernador de San Luis como provincia autónoma, José Santos Ortiz, nativo de la localidad.
