POLÍTICA HABITACIONAL
La lluvia no fue impedimento para que familias de Potrero de los Funes reciban su casa
La lluvia cayó sin pedir permiso y convirtió la entrega de viviendas en Potrero de los Funes en un acto distinto, casi íntimo. Lejos del escenario y los aplausos, cada familia vivió su momento bajo techo, recorriendo por primera vez su casa junto al gobernador Claudio Poggi. No había margen para postergar: después de 14 años de espera, el sueño de la vivienda propia no admitía demoras.
El cielo gris obligó a cambiar la lógica del acto. No hubo discursos extensos ni una ceremonia tradicional. Hubo puertas que se abrieron, habitaciones que se caminaron despacio y bendiciones dadas en voz baja, dentro de cada hogar. El gobernador Claudio Poggi estuvo con cada familia, sin intermediarios, escuchó, acompañó y entregó las llaves en el mismo lugar donde comenzarán nuevas historias.
En diciembre de 2011, Claudio Poggi llevaba menos de un mes al frente del Gobierno provincial cuando tomó una decisión que marcaría a miles de familias sanluiseñas: enfrentar la crisis habitacional con una política pública concreta y profundamente humana. Así nacieron los planes habitacionales ‘Progreso’ y ‘Sueños’, que permitieron que 12.500 familias accedieran a la casa propia. Antes de concluir aquella gestión, el financiamiento para las 1.500 viviendas restantes quedó previsto en el Presupuesto 2016, pero el cambio de gobierno interrumpió ese compromiso.
La espera no se apagó con los años. Antes de iniciar su segunda gobernación, Poggi recorrió la provincia y se reencontró con esas 1.500 familias que habían quedado a mitad de camino. En cada localidad, reconoció la deuda pendiente y se comprometió a cumplirles. La promesa había sido postergada, pero no olvidada.
Este lunes 22 de diciembre, en Potrero de los Funes, esa palabra empeñada se cumplió. Con la entrega de las últimas ocho viviendas de los planes ‘Progreso’ y ‘Sueños’, el Mandatario saldó una deuda histórica. Bajo la lluvia, sin escenario, la promesa se volvió habitable.
Desde ahora, esas casas comenzarán a llenarse de vida: muebles por armar, fotos por colgar, mates compartidos y silencios que ya no serán de espera. Las familias cerrarán la puerta sabiendo que del otro lado quedó la incertidumbre y que, finalmente, lo que fue promesa durante años hoy es presente. Un hogar propio, inaugurado en silencio, con lluvia y con el Gobernador acompañando cada paso.
Ese sentimiento se repitió en cada vivienda. Juan Sosa, uno de los flamantes adjudicatarios, resumió la emoción compartida tras años de espera: “No puedo definir con palabras lo que siento”. Para él, la entrega significó la concreción de “un sueño de tres generaciones postergadas”, que finalmente encontró su lugar.
“El acompañamiento de la familia estuvo siempre”, expresó, con la voz quebrada y la emoción a flor de piel, mientras recorría por primera vez la edificación que desde ahora llamará su hogar.
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Las mejores imágenes de la entrega de viviendas en Potrero de los Funes
