HOSPITAL 'CARRILLO'
Realizaron el cierre de año del programa de Obesidad y Cirugía Bariátrica
Los pacientes compartieron ese momento junto al equipo multidisciplinario de nutricionistas, psicólogos, clínicos, cirujanos bariátricos y las autoridades del centro médico.
El servicio de Obesidad del Hospital ‘Dr. Ramón Carrillo’ celebró los logros de un programa que devuelve dignidad y salud a quienes más lo necesitan. En un encuentro que mezcló lágrimas de alegría, abrazos y palabras de agradecimiento, el Servicio de Obesidad, Enfermedades del Metabolismo y Cirugía Bariátrica del Hospital Central cerró el año celebrando no solo resultados médicos, sino historias de vida que han dado un giro de 180 grados.
Las autoridades del hospital, encabezadas por el director general, Adolfo Sánchez de León; el director de servicios asistenciales, Raúl Coria; y la directora de servicios generales, Claudina Encabo; compartieron ese momento especial junto al equipo multidisciplinario de nutricionistas, psicólogos, clínicos y cirujanos bariátricos, y lo más importante: los verdaderos protagonistas, los pacientes que están reconstruyendo sus vidas día a día.
“Compartimos vivencias, emociones, palabras de agradecimiento”, relataron desde el equipo de profesionales, emocionados por ver los frutos de un trabajo que va mucho más allá de la balanza. El encuentro se convirtió en un espacio de escucha, donde cada paciente pudo expresar lo que el programa significó en sus vidas.
Lo que hace único a este servicio es su enfoque verdaderamente integral. No se trata solo de una cirugía o una dieta: es un acompañamiento completo que aborda la obesidad desde todas sus dimensiones, con un equipo que entiende que detrás de cada número hay una persona con sueños, miedos y esperanzas.
En un país donde el acceso a la salud sigue siendo un desafío, el programa del Hospital ‘Carrillo’ brilla con luz propia. Todo el tratamiento es completamente gratuito, tenga o no tenga obra social el paciente. Desde la primera consulta hasta las derivaciones a otras especialidades que pudieran necesitarse, el respaldo es total.
A nivel país, este programa está entre los primeros de hospitales públicos, siendo un orgullo desde la institución. Uno de los datos más alentadores del programa es que no todos los pacientes terminan en el quirófano, y eso se celebra como un triunfo. Muchos logran perder peso y recuperar su salud gracias al acompañamiento multidisciplinario, sin necesidad de pasar por la cirugía bariátrica. “Muchos logran perder peso por este programa que ofrecemos y no requieren la intervención”, explicaron los profesionales. Esto demuestra que cuando se aborda la obesidad con seriedad, compromiso y respeto por la persona, los cambios son posibles.
Para aquellos que sí necesitan la cirugía, el equipo asegura que se cumplen todas las condiciones necesarias para garantizar el éxito del procedimiento, siempre con el bienestar integral del paciente como prioridad.
El balance del año es altamente positivo en todo, pero más allá de las estadísticas y los indicadores, lo que realmente importa son las sonrisas recuperadas, la autoestima reconstruida, las vidas que vuelven a tener movilidad, energía y futuro.
Cada testimonio compartido en ese cierre de año fue un recordatorio de por qué existe la salud pública: para estar ahí cuando más se necesita, sin discriminar, sin cobrar, sin juzgar. Solo para sanar y acompañar.
