“Sentirse valorado hoy con esta entrega no tiene precio”

Emmanuel Giunta no podía contener su alegría al momento de recibir las llaves de su casa. “Es una emoción increíble después de tantos años y de haber creído que nunca la iba a tener. Es el fruto del esfuerzo y muchos años de sufrimiento por los niños, estoy muy agradecido”, dijo en la puerta de su nuevo hogar en Villa Mercedes.

Emmanuel Giunta aseguró que hace todo por su familia y que esta casa le da tranquilidad.

Tras un festejo que incluyó abrazos y espuma, Emmanuel Giunta reconoció que “fue un desborde de alegría, son muchos sentimientos guardados, mucha inquietud. Esos treinta segundos simbolizan que estamos unidos como familia, que acá estamos. Hemos vivido un montón de cosas estos 14 años, gente que ya no está, y bueno, eso simboliza la alegría que vieron hoy”.

Emmanuel reconoció que “todo lo que hago es por ellos, hace ya 15 años y más. Actualmente sigo, vivo, duermo, respiro por ellos, y ese  esfuerzo, sentirse valorado hoy con esta entrega no tiene precio. Nunca pensamos que íbamos a esperar 14 años por la casa. Lamentablemente, cuando el Gobernador actual se va, nos ningunearon, nos dejaron de lado, nos bloquearon la cuenta. Fuimos, vinimos, no te puedo dar la cantidad exacta de veces que fuimos a San Luis a reclamar con mis hijos. Hasta que un día nos llamaron a Terrazas, ese fue uno de los mejores momentos de mi vida”.

Durante esos años aciagos, la familia Giunta pensó en un terrenito y levantar de a poco una casa. “Toda inversión, todo trabajo, era para proyectar la posibilidad de adquirir un terreno, levantar las paredes de a poquito, porque te juro que sí, completamente desesperanzados, porque la respuesta que tuvimos en ese momento del Gobierno fue ‘firmá acá y anotate al plan nuevo'”.

Finalmente, mirando a su esposa y sus hijos, dijo que “es el techo para ellos, ni siquiera para mí, es sentir que, Dios no lo permita, me pasa algo, ellos ya tienen su casa, ellos van a estar tranquilos, es su techo”.

En el final de la charla se sumó Agustín, el hijo que ya estaba cuando la gestión anterior no les permitió tener la vivienda por la que habían pagado. “Fue muy duro. La verdad que mucho tiempo estuvimos alquilando, estuvimos de casa en casa, moviendo muebles, a cada rato se perdían cosas. Entonces, que esta sea la última mudanza, la verdad que me encanta, que mis papás puedan estar tranquilos por la casa”.