CONMEMORACIÓN
Parque Nacional Sierra de las Quijadas: 34 años preservando y contando la historia
El 10 de diciembre cumplió años el centinela de un territorio inmenso donde el tiempo esculpió farallones rojizos, miradores infinitos y el imponente Potrero de la Aguada. Es la cuna de historias ancestrales, restos arqueológicos y una biodiversidad única.

EL Parque Nacional Sierra de las Quijadas cumplió 34 años y este viernes 12 desde las 18:00 h. se celebrará este aniversario en la explanada del edificio del Ministerio de Turismo y Cultura, Av. Illia y Junín de la ciudad de San Luis reconociendo su valor, su belleza y la responsabilidad de cuidarlo entre todos. Música en vivo, stand para niños e información del parque para una tarde de descubrimiento del área protegida, que es uno de los espacios naturales más emblemáticos del país, patrimonio ambiental, histórico y cultural incomparable con potencial turístico de clase mundial.
El Parque Nacional Sierra de las Quijadas fue creado el 10 de diciembre de 1991 mediante la Ley Nacional Nº24.015/91, con el propósito de proteger las formaciones geológicas únicas, la biodiversidad representativa del Chaco Seco y del Monte de Llanuras y Mesetas, y los recursos culturales y paleontológicos que alberga la región.
La iniciativa no solo respondió a la necesidad de conservar ambientes de gran belleza escénica y fragancia natural, sino también a reconocer la importancia de preservar evidencias arqueológicas y paleontológicas que conectan a las generaciones actuales con un pasado remoto, testimonio de millones de años de evolución terrestre.
Antes de su establecimiento como parque nacional, hubo varios esfuerzos científicos y sociales que valorizaron la región, impulsando la protección formal y contribuyendo al reconocimiento de Sierra de las Quijadas como un tesoro ambiental de carácter nacional.

El Parque Nacional Sierra es un símbolo viviente del vínculo entre pasado y presente, donde paisajes prehistóricos y vestigios humanos conviven para ofrecer una experiencia turística y cultural de excelencia.
Preservarlo y promover su conocimiento es honrar la historia de la tierra y de sus pueblos, así como una invitación a futuras generaciones a explorar y valorar uno de los escenarios más impresionantes de San Luis y de Argentina.
Patrimonio arqueológico y cultural
El parque no solo destaca por sus espectaculares paisajes, sino también por los sitios arqueológicos de gran relevancia, como los conjuntos de hornillos que datan de hace aproximadamente 1.000 años, utilizados por comunidades prehispánicas cazadoras–recolectoras y agroalfareras para la producción de cerámica y alimentos.
Además, restos de puestos históricos, represas, pozos y molinos evidencian el uso tradicional de recursos por parte de criollos que habitaron la región siglos atrás, ofreciendo una ventana única a la vida cotidiana de sus antiguos pobladores.

Fósiles y paleontología
Sierra de las Quijadas es también un sitio de enorme interés para la ciencia, con depósitos fósiles que incluyen restos de dinosaurios y pterosaurios, animales que habitaron estas tierras durante el Mesozoico. Este patrimonio paleontológico posiciona al parque como un punto de referencia para estudios científicos y una atracción educativa para visitantes de todas las edades.
Atractivos naturales que asombran
El parque se distingue por sus formaciones geológicas erosionadas por millones de años, que han generado un paisaje espectacular de barrancos, farallones y un enorme anfiteatro natural conocido como Potrero de la Aguada.
Recorrer sus senderos permite explorar:
Potrero de la Aguada, un gran anfiteatro natural de color rojizo intenso.
Hornillos de Hualtarán, sitio arqueológico con hornos antiguos.
Espacios interpretativos donde es posible aprender sobre flora y fauna de la región.
La fauna autóctona incluye especies como el guanaco, la mara, el zorro gris, el puma, y aves emblemáticas como el cóndor y el águila coronada, que añaden aún más valor al atractivo natural del parque.
Desde su creación como parque nacional, Sierra de las Quijadas ha ido ganando relevancia como destino turístico natural en Argentina, destacándose por su combinación de historia, cultura, ciencia y naturaleza.
Turismo de aventura y naturaleza: trekking por senderos escénicos, recorridos interpretativos y observación de fauna y flora autóctona.
Turismo científico y educativo: el parque es un referente para estudiantes, investigadores y aficionados a la paleontología.
