NIVEL FEDERAL
Gracias a la Feria de Ciencias un estudiante cumplió su sueño
Luciano Masmela, alumno de la Escuela Nº151 ‘Provincia Tierra del Fuego’ de Las Isletas, tiene 17 años y representó a San Luis en la etapa nacional de la Feria de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología, dentro de los Desafíos Creativos.

Luciano Masmela, alumno de la Escuela Nº151 ‘Provincia Tierra del Fuego’ de Las Isletas, representó a San Luis en la etapa nacional de la Feria de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología, dentro de los Desafíos Creativos. Viajó a Buenos Aires acompañado por su profesora de Literatura, Adriana Pereyra.
En la Feria demostró compromiso, compartió sus ideas y mostró una sensibilidad especial para observar lo cotidiano y convertirlo en algo creativo. Su docente destacó que “en cada consigna dejó algo de sí, fue honesto y profundo. Se animó a expresarse, a confiar en él y a descubrir que la creatividad también podía ser un lugar donde sentirse seguro”.
Quienes lo conocen, hablan de ‘Lucho’ como alguien humilde, atento y agradecido, que escucha siempre con interés porque sabe que de todo se aprende. Esa manera de ver el mundo también se reflejó en cada una de las actividades de la Feria de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología.
Para Luciano, el viaje tenía un significado adicional. Desde hace tiempo soñaba con conocer Buenos Aires. Lo contaba sin exagerar, como quien guarda un deseo verdadero y lo dice en voz baja para no perderlo. Era la primera vez que viajaba tan lejos sin su familia. “Me dijo, con una sinceridad que todavía me conmueve: ‘Profe, no sé qué voy a sentir, pero sé que esto es importante para mí. Va a ser como mi viaje de egresados’”, recordó Adriana.

Al llegar, todo lo sorprendió. Miraba la ciudad hacia arriba, atento a las luces, los edificios y el movimiento. El Obelisco fue su primera gran emoción. “Profe, es enorme… nunca pensé que iba a estar acá”, dijo con brillo en sus ojos, según lo que relató la docente. También sintió respeto frente a la Casa de Gobierno, un lugar que tantas veces había visto en fotos, y se emocionó al presenciar el cambio de guardia de los Granaderos. “Nunca pensé que iba a ver esto con mis propios ojos”, le expresó a su profesora.
El viaje le abrió un mundo nuevo. Conoció estudiantes de otras provincias, compartió ideas y descubrió que podía animarse más de lo que creía. No fue solo una experiencia educativa. Fue un impulso para confiar en sí mismo, crecer y mirar más lejos.
“Acompañar a ‘Lucho’ en esta experiencia fue un privilegio que me recordó por qué elegí enseñar. Ver su asombro, su humildad, su alegría silenciosa, me confirmó que a veces un viaje así, simple en apariencia, pero inmenso en significado, puede transformar la mirada de un estudiante. Y, en cierto modo, también la de quienes tenemos el honor de acompañarlos”, concluyó Adriana.


