RUTA SANMARTINIANA
Casa del comandante José Becerra: símbolo de la memoria del paso de San Martín por San Luis
En el centro de la ciudad de San Luis, donde hoy funciona la municipalidad capitalina, se encontraba uno de los espacios más significativos para la historia provincial: la casa del comandante de milicias José Antonio Becerra, un puntano que integró el Ejército de los Andes y que, con su vida y acciones, dejó una huella profunda en la gesta emancipadora y en la defensa del proyecto revolucionario.
Aunque la vivienda original ya no existe, el sitio forma parte de la Ruta Sanmartiniana, un recorrido que recupera espacios vinculados a la epopeya libertadora. Su valor es simbólico, pero también profundamente emocional: allí vivió un hombre que marchó con San Martín, que defendió la Patria en tiempos de enorme incertidumbre y que sostuvo con firmeza la causa de la libertad.
Nacido en San Luis a fines del siglo XVIII, José Antonio Becerra se incorporó como soldado al Ejército de los Andes, alcanzando el grado de ayudante mayor del 3º escuadrón del Regimiento de Milicias de Caballería.
Su rol fue crucial en tareas de transporte y seguridad: en tres oportunidades recibió el encargo de trasladar prisioneros realistas desde Mendoza hacia los centros de detención ubicados en San Luis, Las Bruscas y la Guardia de Luján, una actividad clave para mantener el orden en un contexto de guerra y conspiraciones.
1819: el día en que San Luis defendió la revolución
El episodio que consolidó su figura ocurrió el 8 de febrero de 1819, cuando estalló la sublevación de los prisioneros realistas alojados en San Luis, encabezada por el capitán Gregorio Carretero.
El plan, audaz y peligroso, buscaba capturar o asesinar al teniente gobernador Vicente Dupuy y a Bernardo Monteagudo, copar la guarnición y el pueblo de San Luis, unirse luego a montoneras realistas en Córdoba o cruzar la cordillera para reagruparse con fuerzas chilenas contrarias a la causa patriota.
En un momento donde la revolución atravesaba tensiones extremas, y mientras en Chile recrudecía la guerra al sur del Biobío, la amenaza era real. Sin embargo, el movimiento fracasó gracias a la rápida reacción del pueblo puntano, organizado en partidas por José Antonio Becerra, quien como jefe del cuartel de milicias lideró la defensa del orden revolucionario.
En esa jornada trágica y decisiva también se destacaron Juan Pascual Pringles y un joven oficial de milicias llamado Facundo Quiroga. Las represalias posteriores, encabezadas por Dupuy y ejecutadas por Monteagudo, dejaron un saldo de 33 prisioneros muertos en el acto y ocho más ejecutados tras juicio sumarísimo, una respuesta extrema que reflejó la tensión política del período.
Un militar puntano que siguió escribiendo historia
Ese mismo año, en reconocimiento a su accionar, Becerra fue ascendido a capitán de la 1ª compañía y comandante de escuadrón. Tras la Anarquía del Año XX, se alineó al bando unitario y continuó su carrera militar bajo el mando del general José María Paz, participando en las batallas de La Tablada y Oncativo, dos enfrentamientos decisivos en las guerras civiles argentinas.
Hoy, el lugar donde se encontraba su casa, ocupado por la Municipalidad, integra la Ruta Sanmartiniana, no por su arquitectura sino por su significado. Recordando la participación puntana en el Ejército de los Andes. El compromiso de Becerra y de toda la comunidad en momentos críticos. El rol de San Luis como centro de abastecimiento, organización y resistencia patriota.
La casa del comandante Becerra enseña que la libertad también se defendió puerta a puerta, desde el interior profundo, con la convicción de quienes entendieron que la independencia no era solo una idea, sino una lucha cotidiana.
