CONEXIÓN CON LA HISTORIA
Día del Gaucho Puntano: San Luis celebra con una mateada y la recuperación de una danza histórica
Este Día del Gaucho Puntano en Plaza Independencia será una oportunidad para celebrar la historia, el folclore y la memoria colectiva de San Luis, honrando a los hombres de a caballo que, con coraje y espíritu federal, dejaron una huella indeleble en la identidad provincial.
San Luis vivirá una jornada cargada de tradición y arraigo identitario con la celebración del Día del Gaucho Puntano, el miércoles 10 de diciembre a las 19:00, en la Plaza Independencia de la ciudad capital.
La propuesta invita a vecinos y visitantes a compartir una mateada criolla y a aprender una danza folclórica profundamente vinculada con la historia cultural de la provincia, ‘el gauchito puntano’, en la versión recopilada por el músico y maestro Raúl Erasmo Vidal.
El Día del Gaucho Puntano se estableció por un proyecto impulsado por el historiador Rubén Ávila, en homenaje al gaucho rastreador Rufino Natel, figura clave en la historia local y miembro del grupo de hombres de a caballo que acompañaron y sostuvieron la gesta sanmartiniana. Natel murió el 10 de diciembre de 1878, y esta fecha fue instituida para honrar su memoria y la de todos los gauchos puntanos que forjaron la identidad provincial.
En este marco, la actividad organizada en la Plaza Independencia propone un reenlace con esa tradición viva. Asistirán bailarines, músicos y vecinos que compartirán una tarde de folclore, historia y camaradería. La invitación es abierta, libre y gratuita y quienes participen solo deben llevar su pañuelo, equipo de mate y reposera.
El gauchito puntano: una danza que vuelve a sonar en tierra cuyana
Uno de los momentos centrales de la jornada será la enseñanza y baile colectivo del gauchito puntano, una danza folclórica que se interpretaba en San Luis desde principios del siglo XX. Su recuperación actual se apoya en el valioso trabajo del maestro Raúl Erasmo Vidal, músico, cantor, bailarín y hermano de Berta Elena Vidal de Battini, quien la aprendió de su propio padre, que la bailaba en San Luis hacia fines del 1800.
Vidal transmitió esta danza durante décadas: en su infancia, en escuelas rurales de distintas provincias, y luego en su conservatorio en Villa Mercedes y San Luis. Gracias a su labor, perduran la letra poética, la coreografía y el espíritu de esta expresión criolla de fuerte identidad cuyana.
La danza pertenece a la familia del gauchito, un género que se escuchaba y bailaba desde los tiempos de la Campaña Libertadora de los Andes. Con aire triunfal y festivo, acompañó a soldados cuyanos y fue expandiéndose hacia La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero, generando variantes regionales. En San Luis, adoptó características propias: perdió algunos compases, modificó figuras coreográficas y recogió versos que fueron rescatados por maestros puntanos en la Encuesta Nacional de Folclore de 1921.
Hoy, gracias a músicos mendocinos y un cantor puntano-salteño, la versión musical del gauchito puntano vuelve a sonar con los bríos que evocan a los valientes granaderos y al pueblo cuyano celebrando los triunfos libertadores.
La mateada criolla y el baile colectivo, son un acto de reafirmación identitaria y un homenaje a las raíces que unen al pueblo puntano.
