CIUDAD DE SAN LUIS

“Mi mamá se fue al cielo sabiendo que Poggi me iba a dar la casa y así fue”


Rosa Albornoz recibió las llaves de su hogar este viernes, junto con su marido, Jorge Pereira. Ambos tuvieron que luchar para obtener su casa, pero nunca bajaron los brazos y ahora pueden disfrutar “de nuestra casita”.

Entre familia y amigos: así celebraron el estreno de la casa propia Rosa Albornoz y Jorge Pereira.

Las 220 familias que se congregaron este viernes para recibir las llaves de sus casas en la zona sur de la ciudad de San Luis llevan consigo distintas historias y caminos hasta alcanzar el objetivo de la vivienda. En el caso de Rosa Albornoz y Jorge Pereira hay un sendero del pasado marcado por la insistencia, la fe y la certeza de que bajar los brazos nunca puede ser una opción.

“Al principio nos cortaron las cuentas, no nos dejaban pagar las cuotas. Quedamos a la deriva, yo iba a reclamar a Vivienda pero lo único que me ofrecían era la devolución del dinero. Con mucho respeto, yo les contestaba que me había inscripto a un plan de viviendas, no a un plan de ahorro”, destacó Jorge, quien aseguró que igualmente “nunca perdimos las esperanzas” y ahora está desbordado de alegría porque la casa “ya no es un sueño, sino una realidad”.

El vecino se enteró que el gobernador Claudio Poggi iba a cumplir con la palabra empeñada el día de su cumpleaños, en el que casualmente se cumplía un mes desde el fallecimiento de uno de sus hermanos. “Yo lo tomé como un regalo de él. Mi hermano sabía cuánto yo anhelaba la casa, creo que fue un regalo”, aseguró Jorge, quien ahora apunta a disfrutar del hogar con su esposa e hijos y lograr, de a poco, el cerramiento del terreno.

En el caso de Rosa Albornoz, su madre fue una figura que cumplió un rol preponderante para permitirle mantener vivo el sueño del techo propio. “Estoy muy orgullosa, quiero agradecerle a Poggi por darme un nuevo futuro y también a mi mamá, que se que está viendo todo esto desde el cielo. Ella siempre está presente, se fue sabiendo que Poggi me iba a dar la casa y así fue”, comentó la adjudicataria, con evidente emoción por los recuerdos.

La pareja cerró dejando un consejo a quienes aún están en la búsqueda de conseguir su casa. “Hay que llenarse de esperanza y de fe, creer en que algún día también van a tener la vivienda”, enfatizaron.



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