CIUDAD DE SAN LUIS

Con diversidad escénica y poesía en movimiento, ‘Gente de Teatro’ cerró su ciclo-aniversario


Entre el 21 y el 30 de noviembre, en el Centro Cultural Puente Blanco, el grupo celebró sus 48 años con un abanico de espectáculos que reunió a elencos locales, de Mendoza, Colombia y Perú. Además, homenajeó a Laura Oro y Chuny Crowe, dos referentes fundamentales del teatro independiente sanluiseño.

Obra ‘Los muchachos olvidados de Dios’ de la compañía peruana Anaqueronte.

La primera tanda de funciones de la agrupación ‘Gente de Teatro’ se llevó a cabo del 21 al 23 de noviembre, mientras que la segunda etapa amplió la experiencia artística con formatos innovadores y creaciones de distintos rincones de Latinoamérica.

El viernes 28, la compañía peruana Anaqueronte presentó ‘La danza a la orilla del bardo’, un espectáculo que combina movimiento, música y narración poética. “Presentamos esta obra que aborda el suicidio de forma poética”, explicó el director y dramaturgo Javier Valencia Palomino.

Además, el sábado se presentó la obra ‘Los muchachos olvidados de Dios’, estrenada en 2012 y que desde entonces ha recorrido más de 200 ciudades de América y Europa. Inspirada en testimonios reales de la época del terrorismo en Perú, la pieza teatral convierte historias de desplazados, desaparecidos y asesinados en rituales escénicos poéticos a través de cantos, danzas y acciones simbólicas.

El sábado 29, la obra de San Francisco del Monte de Oro, ‘Un árbol tras otro, ensayo para desaparecer’, subió al escenario de la sala Berta Vidal de Battini. Se trata de una producción de danza y teatro que explora la crisis ambiental y humana a través del cuerpo, la imagen y la memoria del territorio. Nacida en el marco del Teatro Comunitario y apoyada por el Instituto Nacional del Teatro, exhibe una versión renovada que combina materiales plásticos, paisajes artificiales y un dispositivo íntimo para 33 espectadores sentados en círculo.

‘Un árbol tras otro’.

La propuesta indaga el vínculo entre territorio, desmonte, fragilidad de la tierra y cuerpo colectivo, mostrando cómo la devastación ambiental impacta tanto en lo físico como en lo afectivo. A través de gestos mínimos, acciones absurdas y objetos de desecho, se crean escenas que evocan incendios, contaminación y agotamiento, generando un ritual escénico cercano que interroga al público sobre la permanencia y la resistencia frente a la pérdida. Bajo la dirección y coreografía de Maiá Noé, con las interpretaciones de Martina Guerra Pacenza, Luz Martinelli y Mayra Potenza, y la música en vivo de Mauro Viegas, la obra ofrece una experiencia sensorial y poética que invita a reflexionar sobre la relación entre humanidad y naturaleza.

Por otro lado, el domingo 30, Anaqueronte presentó ‘El once de la memoria’, una obra que mezcla grotesco criollo y lírica. “Hace referencia a un futbolista fracasado que, a través de sus sueños y recuerdos, no olvida a los ausentes e invita al espectador a participar del espectáculo”, explicó Valencia Palomino.

Todas las obras contaron con un fuerte componente poético. “Soy poeta y me gusta trabajar con anáforas y metáforas. Hay referencias a José Watanabe o César Vallejo, no como un recitado literal, sino inspirándonos en sus poéticas y sutilezas: voces, prosopopeyas y sentidos que reflejan lo que cada ambiente significa para cada personaje”, agregó el Director.

‘El once de la memoria’.

Sobre la experiencia en San Luis, destacó: “Nos sentimos muy contentos porque hacía muchos años que no veníamos, aunque siempre ha sido parte de nuestras itinerancias. Hemos recibido una entrega emotiva del público, incluso nos siguen invitando por redes sociales años después. Ha sido un placer recorrer la ciudad con nuestra gira iberoamericana por los 27 años del grupo Anaqueronte”.

Con 48 años de historia, el conjunto ‘Gente de Teatro’ celebró su compromiso con la cultura independiente en conexión con el público a través de propuestas diversas y emotivas.



Ultimas Noticias