ÁREAS PROTEGIDAS
Relevaron el patrimonio cultural y natural en la Reserva Florofaunística de La Florida
Técnicos de la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable realizaron una recorrida en la zona de amortiguación sur del área natural protegida, con el propósito de fortalecer la conservación a través de un registro de plantas autóctonas y morteros ancestrales.

Las áreas protegidas siguen siendo espacios de hallazgos arqueológicos y registraciones de nativas. La cartera ambiental realizó una recorrida en la zona noroeste del portón sur, zona de amortiguación de la reserva, donde fueron realizadas tareas de registro de flora nativa, documentación de fauna y relevamiento de morteros empleados por los antiguos habitantes, un patrimonio cultural que debe ser protegido.
Estas iniciativas, tienen el propósito de obtener material visual y botánico que será utilizado en futuras muestras permanentes para el público. El trabajo incluyó identificación de especies nativas, toma de muestras fotográficas de flora en plena temporada de floración y registro de fauna en proceso de rehabilitación.

Estas acciones forman parte de un proyecto más amplio destinado a generar espacios de exhibición accesibles durante todo el año, considerando que la provincia no cuenta actualmente con un museo de Ciencias Naturales. Por ello, se prevé realizar varias visitas técnicas en distintas etapas del ciclo vegetal: una en floración, otra cuando las vainas alcanzan su maduración máxima y una tercera para completar el material restante. En esta oportunidad se recolectaron especies como poleo y carqueja, respetando los tiempos naturales de cada planta.
Durante el recorrido también se visitó un conjunto de morteros prehispánicos ubicados en la zona de amortiguación. Se trata de un sitio arqueológico. “Estos morteros son memoria viva: la huella del conocimiento ancestral. Darles valor y resguardo es honrar a los pueblos originarios, herederos legítimos de este legado”, expresó la guardaparque Carina Morales.

Desde el equipo técnico proponen que el sitio sea declarado zona de protección arqueológica y de esta forma, ser integrado formalmente al plan de manejo del área para su conservación. Además, proponen que cualquier visita futura se realice mediante recorridos controlados que prioricen su cuidado y garanticen el resguardo de este tesoro cultural.
“Cuidar la vida silvestre es esencial, pero también podemos incorporar el cuidado de estos testimonios de épocas pasadas. Todo es parte de nuestra identidad. Debemos protegerlos”, concluyó Morales.



