CONEXIÓN SAN LUIS
Anchorena: tradición, naturaleza y pesca en el sur puntano
Enclavada en medio de algarrobos, chañares, jarillas y chilcas; cortaderas y pasto escoba; aguaribay, espinillos y piquillínes; caballos, lagunas y tradiciones, Anchorena representa una síntesis entre naturaleza y cultura rural.
En Anchorena, el pescador encuentra su refugio en los ríos serenos; el turista, la paz que solo ofrecen los pueblos de campo; y el visitante curioso, la oportunidad de conocer un modo de vida que resiste al paso del tiempo.
En el departamento Gobernador Dupuy, a unos 340 kilómetros de la capital de San Luis, Anchorena es uno de esos pueblos que conservan intacta la esencia del interior puntano. Rodeada por llanuras, bañados y cursos de agua que nutren la vida rural, se destaca por su tranquilidad, su identidad gaucha y sus condiciones para la pesca deportiva y artesanal.
El paraíso para los amantes de la pesca
El paisaje que rodea a Anchorena es una invitación abierta a los pescadores. En la zona abundan los arroyos y lagunas que forman parte de la cuenca del río Quinto, cuyas aguas albergan especies como pejerrey, carpa, bagre y mojarras.
Los lugareños suelen elegir los bordes del río o los espejos de agua cercanos para pasar jornadas completas de pesca, combinando la destreza del oficio con el disfrute de un entorno natural casi virgen.
Durante los meses templados, las lagunas cercanas a la localidad, como la de Varela o la de Amaya, se convierten en escenarios ideales para la pesca embarcada o desde la costa. Muchos visitantes llegan desde localidades vecinas atraídos por la abundancia y el tamaño de las piezas.
Costumbres que perduran: el alma rural del sur sanluiseño
Más allá de sus recursos naturales, Anchorena mantiene vivas las tradiciones camperas que definen la identidad del sur de San Luis. Las jineteadas, festivales criollos y peñas forman parte de la vida cotidiana, especialmente durante los festejos patronales o las celebraciones gauchas que reúnen a las familias en la plaza principal.
La gastronomía local también ocupa un lugar destacado: el asado criollo, las empanadas caseras y las tortas fritas acompañadas de mate son parte del ritual compartido por vecinos y visitantes.
El pueblo que invita a quedarse
Anchorena es el lugar ideal para quienes buscan silencio, autenticidad y contacto con la naturaleza. Sus calles tranquilas, sus atardeceres extensos y la hospitalidad de su gente crean un ambiente perfecto para desconectar del ritmo urbano. Además, su ubicación estratégica permite recorrer otros rincones del sur puntano, donde la pesca, la ganadería y la vida rural marcan el pulso de la región.
