VILLA MERCEDES
“Estoy a pocos meses de cumplir este sueño tan anhelado”
El testimonio de Fernando Suárez, uno de los futuros adjudicatarios de las viviendas del nuevo barrio, refleja el espíritu de esperanza que vive la ciudad de la Calle Angosta.

En el atardecer ventoso del sábado, entre las ráfagas de polvo que se levantaba y el entusiasmo de las familias que recorrían sus futuras casas, se lo veía a Fernando Suárez con una mezcla de serenidad y emoción. No hablaba rápido, cada palabra le salía como si pesara lo que debía pesar. “Ya hace aproximadamente quince años que estoy a la espera de la casa”, comenzó, con una sonrisa incrédula. “Estoy a pocos meses de cumplir este sueño tan anhelado”, expresó.
Para Fernando, no se trata solo de una vivienda: es una conquista personal, una promesa cumplida después de sobrepasar a la adversidad. Durante la charla, recordó los años más duros de su vida: “Pasé por una enfermedad tremenda, estuve al borde de la muerte. Hubo un tiempo en que pensé que nunca iba a tener casa, ni siquiera que iba a poder estar acá, hablando de esto. Pero Dios fue muy grande conmigo. Hizo un milagro en mi vida y hoy puedo disfrutar de este momento”.
Mientras mira las casas alineadas, casi listas, cuenta que se anotó en el plan allá por 2011, cuando todo parecía encaminado: “En aquel 2011, estaba todo preparado para que nos entregaran la vivienda en los próximos años. Pero vino el cambio de gobierno y todo se paralizó. Muchos quedamos sin nada, con la ilusión en pausa”.
Hoy, esa pausa terminó. Con la reactivación del programa ‘Progreso’ y ‘Sueños’, el proyecto volvió a la vida y, con él, las esperanzas de cientos de familias como la suya. “El Gobernador cumplió con lo que había prometido: que si llegaba a ser gobernador, iba a retomar la construcción y entrega de las viviendas que habían quedado truncas. Y cumplió. Cada vez falta menos”, afirma con los ojos humedecidos.
Fernando vive con uno de sus hijos, quien también comparte la expectativa: “Creo que él está más feliz que yo”, dice riendo. “Esto no es solo para mí, es algo que quedará para mis hijos, una herencia que construimos entre todos.”
Antes de despedirse, mira el terreno donde dentro de poco estará su hogar. “Después de todo lo que pasé, esto es más que una casa. Es la prueba de que, cuando algo se sueña de verdad, aunque se demore, termina llegando”.