EDUCACIÓN
“En la Escuela de Música de la ULP no formamos solamente músicos, sino personas”
Así lo afirmó Mauro Franzen, su director, durante una exposición en la Universidad Nacional de Asunción, donde compartió la experiencia y su impacto en la formación integral de los estudiantes.

Docente, investigador y director de la Escuela de Música de la Universidad de La Punta (ULP), Mauro Franzen, cruzó fronteras y presentó su trabajo ‘Saberes comunitarios y académicos: los desafíos de la gestión cultural en la Escuela de Música de la Universidad de La Punta’. Lo hizo en el XX Seminario Internacional PROCOAS 2025, desarrollado en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), en Paraguay.
Invitado por la casa de estudios paraguaya, Franzen compartió la experiencia de cómo la escuela no solo forma músicos, sino que conecta a estudiantes con la comunidad, promueve la colaboración y desarrolla proyectos que combinan aprendizaje, cultura y responsabilidad social. El seminario abordó temas tan diversos como políticas públicas, educación cooperativa, ecología, salud mental y feminismos, en un espacio pensado para repensar estrategias compartidas de desarrollo económico y social.
Tras su ponencia en Paraguay, Franzen contó cómo vivió la experiencia, qué aprendizajes se llevó y de qué manera estos aportes impactarán en la Escuela de Música.
-¿Cómo surgió su participación en el seminario de Paraguay y de qué manera se presentó su trabajo?
-La invitación a participar del XX Seminario Internacional PROCOAS 2025 me llegó por parte de la UNA, institución organizadora del encuentro. Mi trabajo fue evaluado por el Comité Académico de Procesos Cooperativos y Asociativos de la AUGM y seleccionado para ser presentado en el eje ‘La educación cooperativa y la cultura solidaria como motor de desarrollo’.
-¿Qué aprendizaje le dejó su participación en el seminario?
-Su fuerte mirada en torno a la economía social y solidaria, siempre desde una perspectiva latinoamericana con actores del mundo académico y del mundo de las cooperativas. Reafirmé que la verdadera felicidad es la felicidad compartida, que el éxito no es individual, sino colectivo, y que el desarrollo económico de una persona no se mide únicamente en el crecimiento de su cuenta bancaria.
-¿De qué otras maneras se mide?
-La economía atraviesa todos los ámbitos de la vida. Cuando logramos articular de manera multiactoral las universidades, el gobierno, las instituciones y la comunidad, se abren caminos orgánicos para fortalecer no sólo la economía de un territorio, sino también su cultura, salud y educación. La economía acompaña al individuo desde su nacimiento hasta sus últimos días. Entendí que estos espacios, como la Escuela de Música de la ULP, sirven para transformar la realidad de las personas y, en algún punto, transformar su economía y su bienestar.
-¿De qué manera transforma la realidad de las personas la Escuela de Música?
-En la Escuela de Música no formamos solamente músicos, formamos personas. Apostamos a que cada estudiante pueda ser una mejor persona dentro de su comunidad. Brindamos herramientas para que los egresados no sólo crezcan como artistas, sino que también desarrollen independencia, autogestión y autoestima. El objetivo final es que estas agrupaciones puedan desarrollarse en el camino de la profesionalización y que los artistas se emancipen, consoliden sus proyectos de manera autónoma y profesional y contribuyan a una economía local más justa e inclusiva. Esto cobra aún más sentido en el contexto global actual, marcado por el desfinanciamiento de la cultura y la educación, un marco en el que sostener y fortalecer lo colectivo se vuelve una verdadera estrategia de resistencia y de futuro.