SIERRAS CENTRALES

Desde Nogolí a Río Grande: un camino que toca el cielo y deslumbra con paisajes inolvidables


Como una serpiente de asfalto de algo más de 50 kilómetros, une dos de los diques más emblemáticos de San Luis: Nogolí y Antonio Esteban Agüero. Este tramo se ha convertido en un corredor imperdible que invita al viajero a detenerse, contemplar y descubrir. 

A lo largo de la ruta, se encuentran miradores que apuntan a mejorar la experiencia del visitante, otorgar espacios seguros para detenerse, sacar fotos, contemplar.

El camino Nogolí-Río Grande fue oficialmente inaugurado en 2011, como una obra estratégica para mejorar la conectividad entre destinos turísticos y para abrir nuevos espacios de montaña. Tiene unos 51,2 kilómetros de extensión desde Nogolí hasta Río Grande, atravesando distintos paisajes: desde el dique Nogolí en la zona más baja hacia alturas que rozan los 2.000 metros, lo que incorpora tramos de montaña con curvas, pendientes y miradores naturales.

  • Riqueza natural: paisajes, flora, fauna y aguas

Dique Nogolí: un espejo de agua rodeado de cerros, árboles, con aguas puras que alimentan al río Nogolí. Es punto de partida de muchas actividades recreativas como; pesca, navegación, camping, descanso.

Cumbres y miradores: al ascender la ruta se siente cómo el aire cambia, se percibe frescura, el paisaje gira hacia alturas donde se abren vistas panorámicas. Vertientes y cascadas menores, formaciones rocosas grandes, quebradas y senderos naturales que acompañan el recorrido. En el kilómetro 28 desde Nogolí se ubica uno de los miradores más convocantes, desde cuya altura se observan Villa de la Quebrada, la zona de Salinas del Bebedero y las Sierras de las Quijadas.

Clima y biodiversidad: vegetación serrana, vertientes de agua, árboles locales, fauna adaptada a la altura. El clima tiende a ser más frío en la cumbre, con vientos, mientras que en los valles se siente más templado. Las diferencias de altitud ofrecen microclimas interesantes.

  • Experiencia inolvidable

A lo largo de la ruta, se encuentra miradores, uno especialmente diseñado para motos con plataforma, rampa, cartelería interpretativa. Esto apunta a mejorar la experiencia del visitante, otorgar espacios seguros para detenerse, sacar fotos, contemplar.

A lo largo del trayecto se puede realizar: senderismo, trekking, fotografía, contemplación paisajística, picnic al borde de ríos o arroyos, camping cerca del dique, excursiones en bicicleta de montaña, turismo motero.

Recorrer este camino asegura a los visitantes una experiencia inolvidable, no solo por la belleza de sus diques, de sus alturas, de sus vistas, sino por lo que representa: un espacio para reencontrarse con la naturaleza, disfrutar los silencios serranos, compartir rutas y panoramas, y sentir que cada kilómetro deslumbra.



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