Estudiantes de Villa Mercedes aprenden aeronáutica con un avión real

Se trata de una aeronave que fue secuestrada en un operativo contra el narcotráfico y fue donada a la institución. La experiencia les permite a los alumnos de la Escuela Técnica N°17 ‘V Brigada Aérea’ formarse en un entorno profesional y proyectar sueños de futuro en la aviación.

Estudiantes de la Escuela Técnica N°17, a través de una donación, realizan sus prácticas profesionalizantes en un avión real.

En diciembre de 2024, un avión Cessna 210 secuestrado en Corrientes y donado tras un proceso judicial a la Escuela Técnica N°17 ‘V Brigada Aérea’ de Villa Mercedes, pasó a formar parte de las prácticas profesionalizantes de los alumnos. Desde entonces, la aeronave se transformó en una valiosa herramienta pedagógica para la especialidad aeronáutica.

El docente Leonardo Garraza, referente del proyecto, acompañó a los estudiantes en el proceso de recuperación del avión. El pasado 2 de septiembre lograron ponerlo en marcha, luego de meses de trabajo que incluyeron desarme, revisión, reparación, calibración y armado de componentes, tal como se hace en la industria de la aviación.

“Para nosotros es muy importante darle otro sentido a este avión. Estuvo relacionado con un delito y hoy nos permite aprender, mostrar nuestras habilidades y soñar con un futuro en la aviación”, destacó la estudiante Pilar Squizziato.

Su compañero José López explicó que uno de los próximos desafíos es carretear la aeronave, es decir, ponerla en pista, encender el motor y moverla sin despegar. También planean exhibirla completamente armada en la próxima jornada de puertas abiertas de la institución.

El aprendizaje de los jóvenes ha sido integral, ya que debieron leer manuales técnicos en inglés y fabricar herramientas específicas, como la lanza de arrastre. Además, reforzaron la importancia de planificar cada etapa, asignar roles y trabajar de manera colaborativa.

Asimismo, cabe destacar que este proyecto fue posible gracias al esfuerzo conjunto. Los alumnos realizaron rifas para comprar aceite, combustible y otras herramientas que eran necesarias. También recibieron el apoyo de Raúl Aguilera, mecánico de la V Brigada y la donación de dos baterías nuevas por parte de una empresa de transportes.