TURISMO Y CULTURA

Pacientes oncológicos presentan su primera antología literaria en la Feria del Libro


Este viernes, a las 11:00, en la sala ‘Jesús Liberato Tobares’ se presentará la antología ‘Un día a la vez’, escrita por pacientes del Centro Oncológico Integral San Luis.

El taller creativo ‘Un día a la vez es un espacio que trasciende la escritura y se ha convertido en refugio de expresión y acompañamiento.

Este viernes, en la Feria del Libro que se desarrollará en Merlo, a las 11:00, en la sala ‘Jesús Liberato Tobares’ compartirán sus poemas, cartas y microrrelatos elaborados en el taller creativo ‘Un día a la vez’, un espacio que trasciende la escritura y se ha convertido en refugio de expresión y acompañamiento.

Bajo el lema ‘Historias de los pueblos. Letras que inspiran, memorias que unen’, la Feria Provincial del Libro se llevará a cabo los días 5 y 6 de septiembre con una amplia agenda de literatura, música y arte para fomentar el diálogo e intercambiar ideas. En total, con entrada gratuita, habrá más de 80 actividades y 50 stands en el Centro de Convenciones, ubicado en avenida Dos Venados 1400.

La profesora en Ciencias de la Educación, Adriana Guzmán, coordina el taller ‘Un día a la vez’. Comenzó en octubre del año pasado, luego de ser recibida gratamente por el director del Centro Oncológico Integral San Luis, Diego Romero Guiñazú. La propuesta está desarrollada por los docentes Mónica Escudero y David Gatica, con amplia trayectoria pedagógica y que también se formaron en la Universidad Nacional de San Luis.

“Nos sentimos orgullosos de poder presentar estas obras que tanto esfuerzo conlleva. Es una oportunidad de dar a conocer quiénes somos, qué hacemos y cómo lo hacemos”, expresó Gatica.

Su colega, la profesora Escudero, destacó la importancia del acontecimiento: “Es una hermosa oportunidad de dar a conocer nuestra primera antología del taller, realizada por los pacientes y familiares. Agradecemos especialmente a ‘San Luis Libro’ por abrirnos las puertas”.

En la misma línea, la docente Guzmán subrayó la trascendencia de este logro colectivo: “Nos llena de felicidad que los pacientes escritores expongan en la feria”.

El arte como refugio

El taller se desarrolla en un clima de calidez singular. Allí, los participantes escriben, pintan y ahora también cantan. Algunos, incluso han musicalizado sus propios poemas.

“La confianza se genera de modo paulatino. Es un espacio de libertad expresiva creativa, donde se manifiestan sentimientos y emociones. La música se sumó como otra forma de expresión artística y ha enriquecido el proceso”, señalaron los docentes.

La pedagogía del arte ha sido clave en este recorrido. “No es un grupo terapéutico ni de autoayuda. Es un taller de expresión. A veces planificamos actividades, pero surgen otras que movilizan a todos, y ahí radica la riqueza de cada encuentro”, explicó Guzmán, quien destacó el compromiso y el acompañamiento humano que se tejen en cada jornada.

Los docentes coinciden en que este camino no sólo transforma a los pacientes, sino también a ellos mismos. “Aprendimos que enseñar no es solo tarea del docente. Muchas veces quien enseña es el otro, desde su sentir y sus vivencias”, reflexionó Gatica.

Escudero además consideró: “Cada día ellos nos enseñan con su ejemplo de lucha y alegría. Es un hermoso grupo que crece día a día”.

Para Guzmán, la experiencia es aún más profunda: “Me han enseñado más ellos a mí que yo a ellos. Mi gran anhelo es que el taller dure para siempre, porque nos sana el alma”.

Proyecciones y sueños

El grupo busca ampliar horizontes. Actualmente administran una cuenta en Instagram (@tallerundiaalavez) y proyectan lanzar una plataforma digital para que los pacientes que no puedan asistir presencialmente tengan un espacio alternativo. Otra meta pendiente es la creación de podcasts.

Mientras tanto, detrás de cada página en esta flamante antología hay nombres, historias y sentimientos: Roxana, Marcelo, Eugenia, Cintia, Genaro, Luciana, Elina, Lorena, María Luisa, Julieta, Liliana, Alejandra y Lorella.



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