FAUNA

Dos pumas hembras refuerzan su vínculo en el Centro de Conservación


La pequeña cachorra, oriunda de Fraga, se mantuvo muy estresada durante su cuarentena debido al grado de improntación que presentaba. Por lo mismo, las veterinarias decidieron que la cría comparta espacio con un ejemplar rescatado en 2024, así podrán interactuar y sentirse contenida.

Las dos pumas conviven en el Centro de Conservación de Vida Silvestre.

El equipo de la Reserva Floroaunística de La Florida trabaja diariamente por el bienestar de los animales que se recuperan en el Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS). Las veterinarias Andrea Gangone y Julieta Poggi, en este caso, tomaron la decisión de procesualmente, lograr una convivencia entre dos hembras de puma, una ingresada a mediados del 2024 y la pequeña cría que ingresó la semana pasada desde Fraga, departamento Pedernera.

“Notamos que la pequeña se estresaba mucho, probablemente por estar improntada y buscaba acercarse a las personas que pasaban cerca del recinto donde transitaba su cuarentena. De esta forma, fuimos gradualmente permitiendo que interactuara con una puma más grande para ver como convivían y la pequeña cría se siente más contenida y va mejorando”, explicó Poggi.

Los pumas nacieron para vivir en silvestría

En la provincia de San Luis, el puma es el felino más grande del territorio, habita en montes, sierras y pastizales, y puede ser encontrado en diversas zonas. Es importante recordar, que este momento captado por los trabajadores del CCVS no cambia la situación de dificultad y de daño irreversible que se le realiza a la especie puma concolor cuando ejemplares cachorros entran en contacto con seres humanos. Al ser dóciles, caen en la impronta rápidamente, representando un peligro para sus pares y la comunidad.

Lo mejor que puede hacer cualquier persona que se encuentra con pumas es dar aviso de inmediato a Policía Ambiental, para que las autoridades decidan los pasos a seguir. No hay que tocarlos ni manipularlos, solo tenerlos localizados para indicarle a los oficiales.

Si se ve sano, lo mejor es no entrometerse, por más que se crea que al interferir se está ‘salvando’. Si el animal está descansando sobre la ruta o cruzando lentamente y es una especie inofensiva, tomarlo con cuidado y cruzarlo a unos metros del camino, en la dirección que naturalmente iba el animal. En caso contrario, ahuyentarlo fuera del borde del camino.

Debemos luchar contra el mascotismo y el tráfico ilegal

El mascotismo, definido como la acción de retener animales del ámbito silvestre en estado doméstico, es una práctica que no solamente atenta contra el bienestar del animal, sino también contra toda la riqueza en flora y fauna que puede ofrecer la provincia. Cada ejemplar que es extraído de su estado natural es privado de cumplir su rol dentro del ecosistema y no puede contribuir a la continuidad de su especie.

Muchas veces producto de la negligencia, y en otros casos motivado por el perverso negocio del tráfico de animales, la mala costumbre de separar ejemplares de sus entornos naturales, para encerrarlos en un domicilio particular trae consecuencias que perjudican tanto a los animales como a las personas.

Los animales silvestres criados y mantenidos por las personas están expuestos a deficiencias alimentarias, problemas de crecimiento, cambios de comportamiento, estrés, accidentes y enfermedades transmitidas por otros animales domésticos. Consecuentemente, esta situación representa un riesgo para la salud de todos los que habitan en el hogar.

Por otra parte, el mercado y el mascotismo de animales silvestres es ilegal en la provincia. En caso de tener conocimiento de algún otro caso de un animal silvestre que alguien tiene como mascota, que represente un riesgo o que se sepa que es víctima del tráfico ilegal, se debe dar aviso a la oficina de Fauna de la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable al teléfono 2664-452000 interno 3372, o bien a la Policía Ambiental, interno 5515. En caso de una emergencia, debe llamarse al 911.



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