AGROQUÍMICOS
Reunieron más de 2.000 envases fitosanitarios en Arizona
La campaña de recolección de ‘CampoLimpio’ y la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable reunió 2.176 envases de cuatro productores de la zona en el campo San Martín, ubicado a 6 kilómetros de la localidad.

Cuatro productores reunieron 2.176 envases de bidones vacíos de agroquímicos en el sur provincial. La iniciativa, que obtuvo grandes resultados durante el 2024, no se detuvo durante el 2025 y continúa con una notable participación. El año pasado, con una recuperación de más de 50 mil envases vacíos de agroquímicos hubo un crecimiento interanual superior al 100%, que corresponden a las campañas y a las tareas de los centros de almacenamiento transitorio (CATs) desde el inicio de la gestión, y que luego pasó a una etapa de reciclado y tratamiento para reinsertar los recipientes al mercado.
La asociación ‘CampoLimpio’ cumple un rol fundamental en esta propuesta, es por esto que el ente trabaja año a año a nivel nacional, recuperando envases y promoviendo la concientización ambiental en distintos espacios para fomentar la economía circular y renueva la actividad periódicamente.
De la misma manera, la cartera ambiental destacó que la acción es una herramienta clave para el cuidado ambiental, que tiene como meta central evitar la acumulación de plásticos o envases fitosanitarios en los campos. Con ello, impiden que entren en contacto con la tierra, los ríos, el aire o incluso que no se mezclen con otros residuos domiciliarios.
La utilización de los envases vacíos para acumular agua es moneda corriente en las comunidades rurales. Algunos aplicadores los dejan tirados y hay gente que se los lleva. Aunque los lavan con detergente o jabón para poder utilizarlos como recipientes de agua, eso implica un peligro para la salud.
Dentro de cada envase vacío queda retenido aproximadamente un 2% del contenido del producto agroquímico. Por ejemplo, de un bidón de 20 litros, puede quedar hasta poco menos de medio litro que queda impregnado en las paredes, en la tapa o en el fondo del envase. Todo esto, representa un peligro para la salud humana y no debe caer en manos de las familias.
Los residuos fitosanitarios son peligrosos y, por lo tanto, de acuerdo a legislación vigente, también lo son los envases que los han contenido. Al tratarse de un residuo peligroso, es preciso llevar a cabo una gestión adecuada y deben tomarse todas las medidas posibles para evitar su vertido indiscriminado, que provocaría graves problemas ambientales.