MES DE SAN LUIS
Los pueblos fundadores, señeros en la historia y bases de la gesta sanmartiniana
San Luis, tierra de historia y coraje, guarda en sus pueblos más antiguos la memoria viva de una provincia que supo estar a la altura de los grandes momentos de la historia. San Francisco del Monte de Oro, La Carolina, Renca, La Toma, San José del Morro y otros espacios fueron testigos del crecimiento inicial de la región y protagonistas activos en el apoyo a la campaña libertadora, liderada por el General José de San Martín.

Fundados entre los siglos XVII y XVIII, estos pueblos y ciudades se forjaron en un contexto de fronteras vivas. Su economía estuvo basada en la agricultura, ganadería y minería, pero también regía en ellos un fuerte sentido de identidad colectiva. Este espíritu solidario lo puso a prueba cuando San Martín solicitó recursos para conformar el Ejército de los Andes.
Desde sus plazas y cabildos partieron hombres que integrarían las filas del ejército libertador. Los paisanos sanluiseños, muchos de ellos jinetes expertos y baqueanos de montaña, llevaron no solo su destreza, sino también mulas, caballos, alimentos, cuero, armas y dinero. La población, aún pequeña, hizo sacrificios enormes: familias enteras donaron sus animales de trabajo y hasta las pocas joyas que poseían, como símbolo de compromiso con la causa de la independencia.
Los pueblos históricos y fundacionales de la provincia incluyen la ciudad de San Luis, fundada en 1594, y localidades como Villa de Merlo, fundada en 1794, y Villa Mercedes, que se desarrolló con la llegada del ferrocarril. Además, existen otros asentamientos con raíces históricas como Quines, Luján y Candelaria, que fueron impulsados en la segunda mitad del siglo XIX.

Ciudad de San Luis: fundada en 1594, originalmente llamada San Luis de Loyola, Nueva Medina de Río Seco, es la capital de la provincia y un importante centro histórico.
Villa de Merlo: fundada en 1794, es conocida por su belleza natural y abundancia de agua. Se formalizó su fundación bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, con 64 vecinos, según el sitio web de la Agencia de Noticias San Luis.
Villa Mercedes: fue fundada el 1° de diciembre de 1856 por el gobernador Justo Daract, como Fortín Constitucional. Originalmente, se construyó como una fortaleza militar y civil para proteger la zona de los ataques indígenas, específicamente de los ranqueles. En 1861, la población decidió cambiar el nombre a Villa Mercedes en honor a la Virgen de las Mercedes, a quien habían adoptado como patrona. Creció con la llegada del ferrocarril, convirtiéndose en un importante centro de conexión y actividades comerciales.
San Luis también alberga vestigios de tribus nativas como los Huarpes y los Ranqueles, que habitaron la región antes de la colonización de los españoles.
San Francisco del Monte de Oro, aportó hombres curtidos en la vida rural y conocedores de la geografía serrana, vitales para el cruce de los Andes. La Toma y La Carolina ofrecieron recursos provenientes de la minería y la arriería. San José del Morro, con su ubicación estratégica, facilitó el traslado de tropas hacia Cuyo.
Quines, Luján y Candelaria, entre otros pueblos, experimentaron un impulso urbanizador y desarrollo a partir de la segunda mitad del siglo XIX.

Actualmente, el legado de estos sitios se celebra, preservando las calles empedradas, las iglesias coloniales, los museos y monumentos que narran una historia que trasciende lo local: una comunidad que comprendió que la libertad no se hereda, se conquista. El Monumento al Pueblo Puntano de la Independencia, en Las Chacras, es uno de los símbolos más claros de reconocimiento al pueblo, homenajeando a quienes ofrecieron todo por un ideal común.
En el presente, recorrer estas localidades ofrece no solo paseos turísticos, sino un acto de memoria. Sus fiestas patronales, tradiciones artesanales y gastronomía típica continúan nutriendo a la identidad sanluiseña, recordando que detrás de cada gesto cotidiano late la misma valentía que un día ayudó a cambiar el rumbo de Latinoamérica.















