MES DE SAN LUIS
Dique Chico: patrimonio histórico, agua y paisaje al pie de las sierras
El embalse transformó el acceso al agua y fortaleció la agricultura de la capital. Hoy es escenario natural, cultural y urbano. Con su mirador y su integración a la Casa de Gobierno, invita a vecinos y turistas a disfrutar el legado histórico de San Luis.

El Dique Chico fue una de las primeras obras hídricas en el departamento Pueyrredón y su objetivo fue abastecer de agua para riego en una región históricamente seca. Su estructura, un muro curvo de mampostería de piedra y mortero de 136,5 metros de largo y 18,5 metros de altura, comenzó a construirse en 1887 y finalizó en 1913, lo que representa la ingeniería artesanal de fines del siglo XIX.
Cuenta con dos canalizaciones: el ramal sur, que recorre unos 3.500 metros; y el ramal norte, de unos 4.500 metros, regando zonas residenciales al sur y norte de la ciudad.
Fue inaugurado en 1913 por el entonces gobernador, Juan Daract, quien había asumido el 18 de agosto. El Dique Chico fue y será una parte de la historia de San Luis, una provincia que históricamente sufrió la falta de agua. Su construcción marcó un antes y un después en el devenir de la agricultura sanluiseña.
El curso de agua que desciende de las sierras recibe agua de varios arroyos, del río Chorrillo, Cuchi Corral y del canal Vulpiani, un muro centenario de piedra, ubicado al sureste de la ciudad capital, entre los barrios Virgen de Luján y Monseñor Tibiletti.
Valor turístico y paisajístico
Este espejo de agua ocupa unas 15 hectáreas, rodeado de senderos, forestación autóctona, obras de arte al aire libre y plazas que forman parte de un escenario integrado a Casa de Gobierno.
Frente al dique se levantó un mirador panorámico, con capacidad para 600 personas que permite disfrutar vistas al río, la ciudad y las sierras, en un diseño que combina vidrio, piedra y conexión con el paisaje.
Valor cultural
El Dique Chico combina funcionalidad y legado urbano. Es parte de la memoria colectiva de vecinos de barrios cercanos, que recuerdan antiguas salidas de verano, algunas con tragedias por bañarse en aguas de fondo barroso; por eso hoy está señalizado y protegido.