CONEXIÓN SAN LUIS

Vía Crucis del Cristo de la Quebrada: un sendero hacia la fe entre sierras


La obra se encuentra al pie del cerro Tinaja y a unos 38 kilómetros de la ciudad de San Luis. El conjunto escultórico está compuesto por 14 estaciones marcadas por 64 esculturas de mármol de Carrara, esculpidas por el italiano Nicolás Arrighini entre 1949 y 1951 e instaladas en 1952.

Este Vía Crucis es un punto de referencia en el turismo religioso.

Este sendero de fe se extiende unos 1.400 metros. Al ascender 320 metros por la ladera de las primeras estribaciones del cerro Tinaja, los visitantes viven una experiencia meditativa de la Pasión de Cristo, que combina devoción, belleza serrana, aire puro y panorámicas que deslumbran.

Este Vía Crucis es mucho más que una serie de esculturas religiosas, debido a que constituye un símbolo de fe y un monumento de la cultura provincial. La repercusión que obtuvo supera lo espiritual y se convirtió en un motor turístico, que impulsa la economía local y reafirma la identidad de San Luis. Durante las festividades como Semana Santa y la festividad del Cristo, este lugar se transforma en epicentro de devoción, encuentro y tradición.

La devoción se centra en la imagen del Cristo de la Quebrada, hallada entre 1847 y 1868 por Tomás Alcaraz dentro de un algarrobo. Acorde a la tradición local, la cruz y el interior arbóreo no sufrieron daños con el crecimiento del tronco, lo cual fue interpretado como un milagro. Luego de varias traslaciones misteriosas, Alcaraz construyó en ese sitio una capilla, que dio origen al actual santuario y a la comunidad de Villa de la Quebrada en 1872.

El templo imparte diariamente misas y bendiciones, a la vez que se consolida como uno de los principales polos de turismo religioso en San Luis, especialmente en Semana Santa y en mayo con la fiesta patronal, fecha en que miles de personas acuden desde toda Argentina para renovar promesas, buscar sanación o agradecer favores.

Villa de La Quebrada, capital de la fe: el pueblo desarrolla una fuerte identidad alrededor de esta festividad religiosa. La afluencia de peregrinos incentiva la oferta gastronómica y artesanal, con productos como dulces caseros, chivitos regionales y recuerdos religiosos. La celebración se integra en la agenda cultural provincial, junto con festivales como el del Queso Puntano y eventos folclóricos que refuerzan la identidad sanluiseña.

El entorno natural del cerro Tinaja posee en su cercanía destinos turísticos como San Francisco del Monte de Oro, Nogolí, Potrero de los Funes o el Cerro Bravo, que fusionan la visita espiritual con actividades como el senderismo, el camping y la exploración paisajística.



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