EDUCACIÓN
Alumnos de 5 años crearon un proyecto para cuidar el planeta con cascaras de mandarina
Los pequeños pertenecientes a la sala ‘Burbujitas’ de la Escuela de Nivel Inicial N°25 ‘Garabatos’, transformaron una simple curiosidad en una propuesta para reducir el uso de plásticos y generar mayor conciencia ambiental.

Recientemente, los 20 pequeños investigadores de 5 años, junto a la ‘seño’ Soledad Landa, de la ENI N°25, dieron vida al proyecto ‘Mandavida’. Todo empezó cuando notaron que en el aula había muchas bolsas plásticas y que, después del desayuno, quedaban varias cáscaras de mandarina. A partir de la pregunta “¿Se podrán hacer bolsas con cáscaras de mandarina?”, surgió esta exploración con el objetivo de reducir la contaminación causada por los plásticos.
A lo largo del proceso, los chicos y la docente miraron videos, hicieron encuestas a las familias, entrevistas dentro del jardín y pusieron manos a la obra. Entre pruebas, errores y nuevos hallazgos, lograron validar su hipótesis de que las bolsas hechas con cáscaras de mandarina pueden ser una alternativa para reducir la contaminación.
En cuanto al proceso de elaboración de las bolsas, se utilizan las propias cáscaras de mandarinas. Una vez recolectadas, se licúan junto con agua. Paralelamente, se prepara una mezcla de agua, glicerina, vinagre y maicena. A esta preparación se le incorporan las cáscaras previamente licuadas. Luego, la mezcla se lleva al fuego, batiendo constantemente hasta obtener la consistencia adecuada.
Una vez lista, se vierte en un molde a temperatura ambiente. El proceso de secado por lámina toma aproximadamente dos días. Posteriormente, se arman las bolsas, que pueden ser pegadas o cosidas. Finalmente, se procede a la decoración en donde los chicos pueden escribir o dibujar sobre el material elaborado.
“Aprendimos que estas bolsas son biodegradables, es decir, que vuelven a la tierra sin dañarla, protegiendo así al planeta y a los seres humanos”, afirmó la docente Soledad Landa, quien acompañó a los chicos durante todo el proceso. Asimismo, agregó que este proyecto fue una experiencia integral que despertó en los alumnos el pensamiento científico, el trabajo en equipo, la creatividad y un gran compromiso con el medio ambiente.
En cuanto al nombre del proyecto, la docente comentó que ‘Mandavida’ surge del término ’Manda’ haciendo referencia a la mandarina, el fruto cuyas cáscaras son la materia prima; y ‘Vida’ como conciencia y cuidado del planeta.
La ENI N°25 tiene como eje transversal de todas sus propuestas pedagógicas el cuidado ambiental. Por eso, vienen trabajando desde hace tiempo en temáticas relacionadas. “Estamos convencidos de que sembrar la conciencia ecológica desde la primera infancia es fundamental para formar ciudadanos responsables y comprometidos con el futuro de nuestro planeta”, concluyó Landa. En ese marco, los alumnos de la sala ‘Burbujitas’ comenzaron este camino junto a la docente Betty Andrada, actual directora de la institución, y hoy continúan trabajando con la ‘seño’ Soledad.
Debido a esta iniciativa, la ONG Greenpeace Argentina los invitó a participar en un programa educativo que llevan adelante destinado a escuelas, que incluye material informativo sobre temas ambientales para que puedan profundizar en ellos.