'MI PRÓXIMO PASO'
“Nunca hay que dejar de soñar y capacitarse, siempre hay puertas esperando para ser abiertas”
Catherine Domínguez es una de los 598 emprendedores que este sábado, al recibir el certificado de financiamiento, comenzó una nueva etapa para consolidar su fuente de trabajo.

Sentirse respaldado es, sin dudas, una de las mejores sensaciones que puede tener una persona que aspira a salir adelante, a crecer. Eso fue lo que sucedió con Catherine Domínguez, una de los 598 emprendedores que este sábado, en la sede de la Tercera Rotonda de la Universidad Provincial de Oficios (UPrO), recibió su certificado de financiamiento de ‘Mi Próximo Paso’, para poder potenciar su negocio.
Catherine y su amiga Camila Ocaña son socias en un emprendimiento que llevan adelante con el impulso de su juventud, creatividad y pasión: una agencia de marketing bautizada ‘Estrategia’. Ellas viven en San Luis capital.
“Hace dos años más o menos que estamos trabajando. La agencia se creó hace poco como tal, nos dedicamos al diseño y creación de contenido. Este financiamiento primeramente nos servirá para optimizar la calidad del trabajo. Conseguir más herramientas, como materiales o computadora, o mejorar la cámara, permitirá que nuestra tarea sea más profesional“, dijo Camila. Razona que, de ese modo, podrán ampliar la clientela, conformada por emprendedores como ellas.
“Nuestro mensaje para los emprendedores es que nunca dejen de soñar, que nunca dejen de luchar por aquello que quieren conseguir. Siempre hay más puertas esperando para ser abiertas, pero hay que capacitarse y estar siempre a espera de la oportunidad, para tomarla”, expresó Catherine.

Delia Rodríguez es socia, junto a su hijo Agustín Mercado, de un emprendimiento comercial que abrirá sus puertas en Juana Koslay. “Estamos comenzando un negocio, una despensa. Somos del barrio Punta de los Venados. Hace 45 años que vivimos ahí “, contó la mujer, quien dijo que hace tiempo compartían con su hijo la idea de tener un local, en su casa, donde ofrecer a sus vecinos diversos productos frescos y de primera necesidad, elementos de limpieza y panificados.
Esto es, para ellos, un primer paso. Pero aspiran a poder ampliar su negocio. “El espacio que tenemos es chico y la idea del proyecto es agrandarlo, para poder anexar otras cosas que hoy no podemos ofrecer por falta de espacio”, explicó Agustín. Y ahondó: “Queremos hacer productos nosotros, tener verduras a la venta, cosas que la gente necesita en el día a día”, contó el emprendedor.