CONMEMORACIÓN
Concarán celebra 167 años de historia, cultura y naturaleza
Cada 25 de junio, Concarán celebra un nuevo aniversario de su fundación. Fundada en 1858, originalmente como La Cruz y luego conocida como Villa Dolores, antes de finalmente adoptar el nombre de Concarán en 1904.

Los vecinos de la localidad celebran 167 años de historia compartida con diferentes actividades. Cada calle, cada rincón, cada historia familiar es parte del alma de este pueblo que se proyecta al futuro a partir de sus luchas, encuentros, sueños cumplidos y de otros por alcanzar.
Las actividades que comenzaron a primera hora del día con el izamiento de pabellón nacional, son un homenaje a la historia del pueblo y sus hacedores y el impulso a proyectar el futuro. A las 10:00, se realizó la Misa en acción de gracias. Por la tarde a las 13:45 será la recepción de autoridades para dar paso al acto central en el Atrio de la Parroquia a las 14:00. A las 15:00, tendrá lugar el desfile Cívico y Militar para finalizar con un chocolate caliente con torta de cumpleaños, frente al salón de Cultura.
De este modo, Concarán honra su legado y reafirma su vocación turística combinando historia, cultura, patrimonio natural y desarrollo. Este oasis a solo 150 kilómetros de San Luis y 45 kilómetros de Merlo se consolida como un destino imprescindible para quienes buscan autenticidad y aventura.
Casa de Dora Ochoa de Masramón
Dora Delia Ochoa de Masramón nació en Concarán, provincia de San Luis, el 3 de febrero de 1908. Hija de Pascual Ochoa, quien era dueño de una estancia y se dedicaba a la agricultura, y de Luisa Funes, ama de casa. Realizó sus estudios primarios en la Escuela Nacional Nº74, luego continuó cursando en la Escuela Normal de Niñas ‘Paula Domínguez de Bazán’ (en la ciudad de San Luis), donde se recibió de maestra.
Al recibirse de Maestra Normal Nacional, comenzó a ejercer su profesión en una escuela de Villa Dolores, provincia de Córdoba. En el año 1931, Dora dejó su cargo de maestra para ocuparse de la dirección de la Escuela Nacional Nº256, ubicada en La Gramilla, departamento Chacabuco. Luego de 23 años como directora de esa escuela fue trasladada a la Escuela Nacional Nº217 de Pozo Cavado de Chacabuco, donde allí ejerció algunos años más como directora. Dora Ochoa conoció a Justo Masramón, con quien se casó en agosto del año 1934.
El matrimonio tuvo dos hijos varones: Enrique y Roberto. Paralelamente a sus tareas de docente, realizó múltiples investigaciones relacionadas con la cultura de la zona, y desarrolló una intensa labor en la investigación de la ornitología, de la antropología y del folclore sanluiseño. Tomaba notas y registraba todo aquello que le interesaba, como las poesías de transmisión oral, visitando a los ancianos para que se las contaran. Luego siguió con las leyendas y costumbres registradas en carpetas y cuadernos. Después de ejercer la docencia primaria y secundaria, en 1958 se jubiló y comenzó a dedicarse tiempo completo a las investigaciones. El Gobierno de la provincia de San Luis le otorgó la distinción de “Tesoro viviente de la cultura sanluiseña” poco tiempo antes de su muerte, ocurrida un 10 de julio de 1991 después de batallar contra una fuerte pulmonía.
En la casa de la reconocida investigadora y escritora, funciona un museo. La antigua casa que data de 1910, cuenta con dos plantas. En la planta baja, un gran comedor de época se encuentra decorado y ambientado al estilo colonial.
Museo Ferroviario: recuperado en la antigua estación, conserva herramientas, muebles y relatos del esplendor ferroviario.
Actividades al aire libre: trekking, ascensión de cerros, cabalgatas, mountain bike, 4×4, moto enduro y vuelos en parapente o aladelta.
Cicloturismo: rutas como Concarán–Mina Los Cóndores (48 kilómetros) o tramos hasta Merlo ofrecen trayectos recomendados por la comunidad de aficionados.
Balneario y parque municipal: espacios verdes con pileta, baños, asadores y zonas deportivas, ideales para disfrutar en familia.
El aniversario de Concarán no es solo una fecha conmemorativa, es la oportunidad de redescubrir una localidad que conserva su encanto histórico, impulsa más servicios turísticos y se proyecta como un destino con identidad, naturaleza y futuro.