Hasta el cielo lloró de emoción

A pesar de la lluvia, el gobernador Claudio Poggi entregó una a una las llaves de las casas en las que, de manera inmediata, muchos comenzaron con la mudanza para construir un futuro mejor. Su paralelismo con el clima exhibió la emoción que lo embargaba.

Un matrimonio de personas mayores deja traslucir toda su emoción luego de la larga espera por su casa.

El sábado amaneció con una llovizna tenue y un cielo encapotado. Aunque las gotas cesaron antes del acto, las nubes grises permanecieron como telón de fondo. Pero ni la amenaza de lluvia ni el gris del cielo lograron opacar la emoción radiante de 40 familias de Villa Mercedes.

En el corazón del barrio Unión, donde la esperanza tomó forma de ladrillos y cemento, se vivió un acto cargado de emoción y significado: la entrega de viviendas de los planes habitacionales ‘Progreso’ y ‘Sueños’, encabezada por el gobernador Claudio Poggi, quien se mostró tan feliz como los flamantes propietarios.

Poggi llegó al barrio diciendo “hasta el cielo llora de alegría” y empezó su recorrida. Acompañado por el sacerdote Daniel Pérez fue casa por casa entregando las llaves y los decretos de adjudicación a familias que lo abrazaron, que lloraron y que comenzaron a ver cristalizados sus sueños. También algunas lo recibieron entre globos, aplausos y con carteles que rezaban “Gracias Gobernador por este sueño”.

Esta entrega no es una más. Tiene raíces profundas: corresponde a adjudicatarios que comenzaron a pagar su casa hace más de una década, cuando el anhelo de un hogar propio parecía más un espejismo que una meta cercana. Durante años, la continuidad de esa política pública fue interrumpida. Sin embargo, hoy la palabra empeñada se viste de hechos y la promesa, de cumplimiento.

Cumplir con la palabra empeñada no es solo una frase para Poggi: es una brújula que guía esta segunda etapa de su gestión al frente del Ejecutivo provincial.

Cada una de esas viviendas no son solo una estructura; es el nido de una historia, el abrigo de un invierno, la cocina donde se amasan los domingos, el cuarto donde un niño escribe sus primeras palabras. Son refugios donde el amor podrá habitar sin temor a desalojos. Son el punto de partida de algo tan íntimo como colectivo: construir comunidad.

Mientras en ese mismo barrio se levantan otras 360 viviendas que prevén entregar antes de fin de año, esta primera etapa es más que un hito: es el recordatorio de que el Progreso no es tal si no va de la mano de los sueños. Y que los sueños, para volverse reales, a veces solo necesitan un terreno fértil, voluntad política y la convicción de que nadie debe vivir sin un techo digno.

Durante la emotiva jornada, el Gobernador estuvo acompañado por el ministro de Desarrollo Humano, Gustavo Bertolini, intendente de Villa Mercedes, Maximiliano Frontera y el director de Vivienda, Hugo Rossi.