NIVEL INICIAL
Maestras jardineras, el importante rol que despierta el amor por aprender
En la Semana de los Jardines, escuelas de distintas localidades y parajes de la provincia tuvieron celebraciones en las que destacaron la figura de las ‘seños’, central para dar el primer paso en la historia educativa de cada niño sanluiseño.

Con ternura, compromiso y creatividad, las ‘seños’ de la provincia de San Luis celebraron la Semana de los Jardines. Cada acto, cada decoración minuciosamente pensada y cada juego creado desde el cariño, evidenciaron que educar en el nivel Inicial es sembrar amor y acompañar a los más pequeños en los primeros pasos del aprendizaje.
El puntapié inicial lo dio San Francisco del Monte de Oro, en la Escuela N°162 ‘Domingo Faustino Sarmiento’, que abrió sus puertas para recibir a los jardincitos de las escuelas N°259, N°48, N°84 y N°19. Luego, la alegría se trasladó hacia Las Chacras y Naschel, hasta llegar a Unión, donde este viernes se vivió el cierre de una semana especial.
En cada localidad, las celebraciones reflejaron el empeño con el que las docentes convierten lo cotidiano en momentos únicos. A través de salones decorados con globos y mucho cotillón, dejaron su impronta en cada rincón. Los más chicos, los otros grandes protagonistas de estas jornadas, contagiaron su entusiasmo a cada familiar presente. Llenaron los espacios de risas, con vinchas brillantes, sombreros originales y la alegría genuina que solo se ve cuando el juego y el cariño van de la mano.
El nivel Inicial es el primer escalón del sistema educativo, pero también el cimiento emocional y social sobre el que se construye todo lo que viene después. Es allí donde se aprende a convivir, a formar parte de un grupo, a abrazar con sinceridad y a incorporar valores y modales como el ‘por favor’ y el ‘gracias’. Todo eso sucede entre canciones, rondas, cuentos y juegos, siempre con la guía atenta de las maestras jardineras.
Con sus delantales de colores y alguna que otra mancha de témpera, las ‘seños’ transforman cada salita en un universo por descubrir. En cada cartelera confeccionada a mano, en cada disfraz improvisado, en cada escenografía armada con paciencia, se ve lo que a veces no se dice pero siempre se siente: el amor por enseñar.