Tabaco y juventud: desenmascarar el marketing disfrazado de inocencia

Este año, la Organización Mundial de la Salud busca alertar a la población sobre las técnicas publicitarias para acercar al consumo a públicos cada vez más jóvenes. El sábado se celebra el Día Mundial Sin Tabaco.

Las empresas tabacaleras presentan nuevos productos y dispositivos que pretenden introducir al consumo como algo inofensivo.

Como parte del Día Mundial Sin Tabaco 2025, la campaña impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) pone el foco en una problemática creciente: las estrategias utilizadas por la industria del tabaco y la nicotina para captar a adolescentes y jóvenes mediante productos diseñados para parecer atractivos e inofensivos.

Con el lema, “Desenmascaremos su atractivo: las tácticas de la industria con los productos de tabaco y nicotina al descubierto”, este año se busca alertar a la población sobre cómo estas empresas adaptan sus productos y campañas publicitarias para acercarse a un público cada vez más joven.

Lejos de los tradicionales cigarrillos, los productos actuales incluyen cigarrillos electrónicos, dispositivos de vapeo, tabaco para pipa de agua y otros formatos que incorporan sabores dulces o frutales como algodón de azúcar, frutas tropicales, menta o caramelo. Estos sabores, junto a empaques coloridos que imitan golosinas, bebidas energéticas o artículos escolares, están específicamente pensados para generar afinidad entre adolescentes.

A esto se suma una estrategia de marketing digital centrada en redes sociales, con el uso de influencers y contenidos aspiracionales que vinculan el consumo a ideas de éxito, pertenencia o libertad. La promoción se realiza muchas veces de forma indirecta, lo que contribuye a minimizar la percepción de riesgo.

En Argentina, según los datos de la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes (2018), el 14,6% de las chicas y chicos de entre 13 y 15 años consume tabaco. Si bien se trata de una cifra que ha mostrado una tendencia a la baja en comparación con años anteriores, sigue siendo un indicador preocupante por tratarse de edades tempranas en las que se establece la mayor vulnerabilidad frente a la adicción a la nicotina.

Desde la OMS se advierte que estas tácticas forman parte de una estrategia deliberada de las industrias del tabaco y la nicotina para sostener su mercado. Por ello, la campaña no solo busca informar, sino también promover políticas que restrinjan la publicidad, prohíban sabores atractivos y exijan empaques neutros que no estimulen el consumo.

Desenmascarar estas estrategias es fundamental para proteger a las nuevas generaciones de una adicción que se disfraza de moda, pero que compromete gravemente su salud presente y futura.