PLAN DE INCLUSIÓN SOCIAL
Continúa el Plan de Inserción Laboral con más de 80 convenios firmados
El ministerio de Desarrollo Humano gestiona herramientas para incorporar a los beneficiarios del Plan de Inclusión Social en el sistema formal. En la actualidad, ya se han suscrito 82 convenios con empresas, que incluyeron a unos 140 trabajadores.

El programa de Inserción Laboral prevé la incorporación de las personas adheridas al Plan de Inclusión Social en empresas de San Luis. En este sentido, se propone que el Gobierno de la Provincia subsidie tal empleo.
Esto significa que cuando una empresa (un comercio, una carnicería, un almacén, una farmacia, una PyMEs o grandes empresas) deciden contratar a un beneficiario del Plan de Inclusión como empleado, la empresa se compromete mediante un convenio a registrarlo formalmente. Es decir, lo contratará en blanco de acuerdo al convenio que rige.
La Provincia le transferirá el monto que cobraría el beneficiario a la empresa, que serán $400 mil. De esta manera, se reduce sensiblemente el costo laboral para quien contrata a un beneficiario del Plan de Inclusión.
“Los beneficiarios adquieren la posibilidad de acceder a un trabajo formal, contar con aportes jubilatorios, tener obra social y desarrollar su vida dentro del sistema”, sostuvo el ministro de Desarrollo Humano, Gustavo Bertolini. No obstante, aclaró que el Plan de Inclusión se mantendrá como red de contención.
“El sistema está muy aceitado. Hemos firmado 82 convenios con diversas empresas y hay más de 140 beneficiarios trabajando en el sistema formal, de los cuales la gran mayoría ha manifestado satisfacción. Están muy contentos de haber dado este paso y queremos alentar que esto se siga generando. Como siempre dijimos, es el camino para encontrar un trabajo mejor”, afirmó.
El funcionario mencionó que el aporte a la empresa se realiza durante un año con el 100% del monto. El segundo año, durante el primer semestre, será el 75%. En tanto que durante el segundo semestre, será con el 50% del valor que cobren los beneficiarios del Plan de Inclusión Social en ese momento. “Es muy importante que los beneficiarios sepan que si su proyecto no funciona o no hay un buen vínculo, pueden volver al Plan porque su situación queda en un estado de suspensión, no de baja”, manifestó.
En adición, la iniciativa accionó para quitar la incompatibilidad con el monotributo, en cualquiera de sus modalidades: “Todos los beneficiarios que desarrollan una actividad en forma privada, fuera del horario en que realiza la contraprestación, pueden regularizar su actividad o comercio. Ya sea producción de bienes o servicios, se inscriben en el monotributo, habilitan un local comercial y esto no hace que pierda su condición de beneficiario del plan social”.
Esto traduce que, mientras el beneficiario cumpla con su horario laboral, puede realizar cualquier actividad formalmente. “El hecho de regularizar un comercio o la prestación de un servicio, abre nuevas posibilidades para que el emprendedor pueda crecer. No queremos de ninguna manera coartar estas posibilidades, sino al contrario: las alentamos“, subrayó el Ministro.
Como único requisito, se pide que se matriculen en el registro de emprendedores: “Pueden acceder a los programas de capacitación y de asistencia financiera del ministerio de Desarrollo Productivo (con Mi Próximo Paso y Mi Primer Emprendimiento). Incluso, estamos generando nosotros un plan de asesoramiento y capacitación para aquellos que necesiten un acompañamiento en el desarrollo de su emprendimiento”, anticipó.
Quienes estén interesados en sumarse al programa, podrán acceder al portal de Autogestión de Beneficiarios del Plan de Inclusión o a la página del Gobierno. Allí ingresan con su DNI, generan un perfil personal y ponen de manifiesto su voluntad incorporarse. Deberán presentar su currículum, que será evaluado y caracterizado para las empresas.
A su vez, el ministro Bertolini informó la dirección de Inclusión Laboral se encuentra abocada a una labor muy intensa, visitando empresas y comercios para explicar este nuevo beneficio. “El beneficio es para ambas partes. La empresa adquiere un costo laboral muchísimo más bajo y, en algunos casos, subsidiamos casi el 40% de lo que cuesta contratar en blanco“, dijo.
“Hoy, el plan de Inclusión Social está cerrado a nuevos ingresos. Sin embargo, estamos dando oportunidades para aquellos que quieran insertarse en el sistema formal. Si algo no funciona, puede volver a su puesto, por lo cual no deberían tener temor. Es lo mismo que iniciar un emprendimiento. Si logran obtener un financiamiento en algún plan de asistencia a emprendedores, nos parece perfecto: sigue cumpliendo su horario, percibiendo el Plan y fuera de ese horario desarrolla su actividad. Si en algún momento considera que le sirve más dedicar el 100% del tiempo a su actividad, bueno, decidirá su camino a seguir”, expresó Bertolini.
“En el Plan hay alrededor de 20.000 beneficiarios, la misma cantidad de cuando asumimos la gestión. Esto se ha mantenido, salvo los movimientos habituales de altas o bajas. Tenemos la posibilidad de otorgar permisos de estudio para aquellos beneficiarios que deseen capacitarse. Hay distintos tipos de permisos: para terminar los estudios secundarios o primarios y para desarrollar capacitaciones en oficios o en alguna carrera de grado. Por supuesto, se ajusta al tiempo de la cursada: si las horas semanales superan un número, entonces el permiso es total y, sino, se le dan algunos días según el tipo de capacitación”, aclaró.
Plan de viviendas ‘Tenemos Futuro’
La inscripción estará disponible hasta el 21 de julio del 2025 y cuenta con una Mesa de Ayuda. “La idea es que todo el sistema funcione como hasta ahora: digitalmente. Hay datos que, de acuerdo a lo que establece la ley, tienen que ser chequeados. Por ejemplo, para acceder a un plan habitacional se deben tener 10 años de residencia efectiva en la provincia. Llegado el momento, tendremos validar esta información con el certificado de escolaridad, la libreta de salud, el certificado laboral, la declaración jurada y el domicilio”, apuntó el ministro Bertolini.
“Las inscripciones se vienen desarrollando con absoluta regularidad. En los primeros días de la inscripción, tuvimos un flujo muy activo y elevado. Después se normalizó y amesetó. Ahora siguen ingresando formularios, pero a un ritmo mucho menor”, comentó.
“No tenemos un número de inscriptos, pero en julio comenzaremos a validar los datos y podremos detallar qué número hay y cuál es su localización geográfica, incluso la caracterización de estos grupos familiares que se inscriben”, indicó. “En la segunda etapa, ésa documentación se subirá al sistema. Hablamos del cruzamiento con bases de datos, de catastro y registro de propiedad inmueble para evitar que se mantenga como inscripto alguien que ya tiene un inmueble o una propiedad, ¿no?”.
En el decreto del plan, se consignan 90 días de inscripción y 60 para validar los datos. A fines de septiembre o en el mes de octubre, se definiría quiénes están realmente en condiciones y cumplen los requisitos para recibir el plan de habitacional.