CONEXIÓN CON LA GASTRONOMÍA

Merlo hace historia con el pastelito más grande del mundo


Enclavada en las sierras de los Comechingones, la Villa de Merlo, uno de los destinos turísticos más elegidos del país, fue escenario de la cocción de un pastelito de más de cuatro kilos. Esta exquisitez regional típica, se realizó con precisión artesanal y espíritu comunitario. 

Marcos Domínguez y Jesi Massaglia, propietarios de Manjares de Merlo.

El domingo 25 de mayo, Manjares de Merlo rompió todos los récords y cocinó el pastelito más grande del mundo enmarcado por los festejos patrios que reunieron a miles de vecinos y turistas, ansiosos por formar parte de una jornada que quedó en los anales de la historia local. El evento tuvo lugar en la Plaza Sobremonte, donde se reunieron vecinos, artistas y autoridades de la villa turística.

Manjares de Merlo preparó sus tradicionales pastelitos, que forman parte del ADN cultural y gastronómico de la marca. Pero esta vez, redoblaron la apuesta, elaboraron un pastelito histórico, 4 kilos 230 gramos de puro hojaldre y sabor, con un ancho de 31 centímetros y una diagonal de 45 centímetros, respetando la receta original de la abuela Massaglia, creadora del pastel más crujiente y hojaldrado.

El pastelito fue cortado al finalizar el acto patrio y todos pudieron degustarlo, siendo parte de una fiesta local con sabor a historia. De este modo Merlo puede decir con orgullo que tiene el pastelito más grande del mundo, es bien local, bien artesanal y sanluiseño.

La cocción del pastelito se realizó en un marco de espectáculos folclóricos y actividades para toda la familia, en una celebración que combinó sentir patrio, sabores y mucha emoción. De esta forma Merlo sigue posicionándose con sus productos locales, reforzando su ubicación como uno de los destinos turísticos más vibrantes y originales del país.

Manjares de Merlo

Fundada en 1988 como un emprendimiento familiar, Manjares de Merlo comenzó su camino justamente con pastelitos. Al poco tiempo sumaron alfajores, conitos y chocolates, pero cada 25 de mayo vuelven a sus raíces para celebrar el sabor, la historia y la tradición.

Marcos Domínguez y Jesi Massaglia, propietarios de Manjares de Merlo sostienen una historia que se saborea desde 1988, nacida de una tradición familiar, sabor artesanal y pasión por lo realizado. Manjares de Merlo es sinónimo de dulzura, trabajo y tradición. Esta empresa familiar, nacida del amor por las recetas caseras y el legado de los abuelos Massaglia en General Pico (La Pampa), hoy es un ícono de la Villa de Merlo donde continúa creciendo con el mismo espíritu que la vio nacer.

Manjares es una empresa pujante que combina lo artesanal con la innovación, sin perder jamás su esencia. Con más de 20 variedades de alfajores, conitos con doble capa de chocolate y chocolates artesanales, cada producto refleja el compromiso por la calidad, el sabor auténtico y el detalle cuidado.

Desde su fábrica ubicada sobre la emblemática Avenida del Sol, de la Villa de Merlo, Manjares recibe a turistas de todo el país que buscan saborear la calidad de lo que se elabora con amor. Además, sus productos llegan a cada rincón de Argentina gracias a su sistema de envíos a todo el país, llevando consigo un pedacito de Merlo a todos lados.

Con una fuerte presencia en eventos regionales y nacionales, y el reciente hito de haber creado el pastelito más grande del mundo, Manjares de Merlo sigue demostrando que las tradiciones no solo se heredan: también se reinventan. Porque en cada bocado hay una historia, y la de Manjares, es de esas que emocionan.



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