CONEXIÓN CON LA FE
La imagen del Cristo de la Quebrada recorrerá capillas y escuelas del norte provincial
Esta semana, en el contexto del Jubileo 2025, la imagen del santo patrono de Villa de la Quebrada visitará San Francisco del Monte de Oro, Los Manantiales, Candelaria, Luján, Quines y La Botija. Llevará un mensaje de fe y esperanza a diferentes comunidades.

Durante la semana se vivirán momentos de gran emoción y conexión espiritual en el norte de la provincia, cuando la imagen original del Cristo de la Quebrada arribe a diferentes localidades, parajes, capillas y escuelas, en el Jubileo 2025 impulsado por la Diócesis de San Luis.
“El Cristo sale a nuestro encuentro y nosotros al de él”, expresó el obispo Gabriel Barba, al anunciar el recorrido en un video difundido en las redes de la diócesis. La peregrinación busca acercar la figura del santo patrono a quienes, quizás por primera vez, podrán verlo en su lugar de residencia, en su pueblo o en escuela.
Este lunes 19 de mayo, el Cristo visitará San Francisco del Monte de Oro, la Escuela de Toro Negro, la Capilla Virgen del Carmen en Los Manantiales, la Capilla Santa Librada en Pozo del Tala y la Parroquia Sagrada Familia. A las 16:00, estará presente en el Complejo Penitenciario Pampa de las Salinas de La Botija.
El martes 20, la imagen llegará a Luján, en la jurisdicción de la Parroquia Nuestra Señora de Luján. El miércoles 21, será el turno de Candelaria, donde será recibida por la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria. Finalmente, el jueves 22, la visita se centrará en Quines, con paradas en el Instituto San José, la Escuela Técnica N°31 y la Parroquia San José.
Desde la organización, destacaron que este trayecto representa una invitación a renovar la fe y un gesto de cercanía espiritual en estos tiempos de reflexión y esperanza.
Historia de la devoción por el Santo Cristo de Villa de la Quebrada
La devoción al Cristo de la Quebrada tuvo su origen en un hecho ocurrido entre 1847 y 1868, cuando Tomás Alcaraz, propietario de tierras en la actual zona de Villa de la Quebrada, estaba buscando madera para la construcción de la casa de uno de sus hijos. Encontró un algarrobo mediano y, al darle un hachazo, hizo que se desprendiera una astilla y quedara al descubierto una cavidad que contenía un crucifijo.
Con especial cuidado, Tomás tomó el crucifijo, montó a caballo y, presuroso, regresó a su casa que se encontraba a una media legua. La noticia del hallazgo se difundió entre los vecinos de El Guanaco. En la zona, no había memoria de que alguien perdiera un objeto de esa naturaleza o que lo escondiera en la incipiente concavidad de un árbol en crecimiento. Además, la imagen del Cristo no se había roto por el crecimiento del tronco que lo cubría.
Ese fue el primer milagro del Cristo de la Quebrada, en la versión sustentada por la tradición local. Tomás Alcaraz le armó un altar con velas en su casa. Al día siguiente, el Cristo no estaba, aunque nadie de la familia lo había movido de ese punto. Luego, lo encontraron nuevamente en el árbol inicial e interpretaron que ése era su lugar. Allí era donde se debía construir un templo.
Por ese motivo, el creyente lugareño Tomás Alcaraz decidió levantar el templo, destinado a custodiar la milagrosa imagen originada en ese espacio, el cual coincide con la explanada del actual Santuario de Villa de la Quebrada.