Semana de concientización sobre el consumo de la sal 

Del 12 al 18 de mayo se conmemora en todo el país la Semana de Concientización sobre el Uso Responsable de la Sal, y el ministerio de Salud de San Luis se suma a esta iniciativa con una campaña informativa que busca alertar a la población sobre los riesgos del consumo excesivo de sodio y fomentar hábitos alimentarios más saludables.

El ministerio de Salud recomienda hábitos sanos para disminuir el consumo de sal.

Según la 2° Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS), en Argentina se consumen en promedio 9,8 gramos de sal por día, casi el doble de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud: 5 gramos diarios, el equivalente a una cucharadita de té. Esta cifra alarmante está directamente vinculada con el aumento de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, los accidentes cerebrovasculares y los problemas renales, entre otras.

El salero no es el único problema

Gran parte del sodio que consumimos no proviene de la sal que agregamos a las comidas, sino de los alimentos ultraprocesados, los productos envasados y las comidas rápidas. Fiambres, snacks, caldos, conservas y panificados son algunos de los productos con altos contenidos de sal ocultos.

Cinco hábitos que hacen la diferencia

Desde la dirección de Promoción y Prevención de la Salud se promueven cinco acciones concretas para reducir el consumo de sal:

1. Leer las etiquetas y elegir productos con menor contenido de sodio.
2. Reemplazar la sal por especias, hierbas y limón.
3. Disminuir el consumo de productos procesados.
4. Priorizar alimentos frescos como frutas, verduras y carnes naturales.
5. Evitar salar sin haber probado la comida.

“Reducir tan solo 3 gramos de sal diarios puede disminuir en un 20% el riesgo de sufrir infartos o ACV. Por eso, pequeños cambios cotidianos pueden traducirse en grandes beneficios para la salud”, destacaron desde el área.

Esta campaña se enmarca en las políticas provinciales de prevención de enfermedades crónicas no transmisibles, reafirmando el compromiso del sistema público de salud con la promoción de una alimentación más consciente y equilibrada.