CONMEMORACIÓN
Juan Jorba celebra 96 años desde su fundación
El pueblo de fe tiene agrupaciones gauchas, academias y talleres de danzas centinelas que concentran una tradición milenaria, como lo son las destrezas criollas. Sus platos típicos presentan una gastronomía única, mientras que el trabajo de los artesanos forjan la identidad de un poblado con sueños y costumbres propias. Le debe su nombre a un colono catalán que impulsó el progreso en la provincia de San Luis.

Este fin de semana, los vecinos de Juan Jorba, situado en el departamento Pedernera, celebrarán un aniversario más de su fundación con fiestas patronales en honor a Nuestra Señora del Valle. Conocida como el Portal de la Costa de los Comechingones, la pequeña localidad se ubica en la intersección de ruta provincial N°1 y la nacional N°8. La actividad económica regional está vinculada a la agroindustria, con plantas de tratamiento de cereales, acopio y elaboración de balanceados.
A más de 110 kilómetros de la capital puntana, Juan Jorba atesora algunos signos y reliquias arquitectónicas que todavía narran su pasado. Tiene una estación, un galpón de ferrocarril, estafeta postal y un almacén de ramos generales que lograron resistir no solo al paso del tiempo sino también a las erosiones de la zona, emplazada en la Cuenca del Morro, donde habitan más de 50 familias que realizan actividades agrícolas y ganaderas, principalmente vinculadas a la soja, el maíz, el girasol y la producción porcina.
En los comienzos, incluso antes de que se extendieran las vías el tren y progresara la antigua población que duplicaba a la actual, este territorio era un fértil bosque de caldén, donde además había incontables vizcacheras y vegetales como el chamico y un sinfín de rosales, según detalló el historiador Jesús Liberato Tobares en su libro ‘Toponimia Sanluiseña’.
Hoy, el horizonte es diferente: Juan Jorba aspira a convertirse en una zona estratégica por su potencial logístico. Aún así, no ha perdido su atracción por la yerra, alrededor del asado, y las guitarras entre corrales, como también el encanto de sus bailes populares.
Cuenta con parcelas amplias, asadores con parrilla, sombrillas y una completa proveeduría. Asimismo, dispone de baños, ducha y un espacio para limpiar de ropa. La pileta semi olímpica, rodeado de un entorno natural que cuenta con una extensa arboleda y tranquilidad, constituye otro punto de interés para visitantes.

