FAUNA
Seis animales ingresaron al Centro de Conservación de Vida Silvestre
Una gallareta, una comadreja, tres reinamoras y un alilicucú arribaron provenientes de entregas voluntarias y decomisos para su rehabilitación.
El cuidado y respeto por la fauna autóctona es una prioridad en la gestión ambiental. Gracias al arduo trabajo conjunto entre la Policía Ambiental y Ecológica, el equipo de fauna de la cartera ambiental y la ciudadanía, lograron rescatar una gallareta, una comadreja, tres reinamoras y un alilicucú, que ingresaron al Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS) para su rehabilitación.
La gallareta, habitual residente de cursos y espejos de agua, ingresó sin presentar signos de lesiones o golpes. Se encontraba extraviada en cercanías de la Universidad de La Punta, por lo que rápidamente fue liberada en el dique La Florida. Este tipo de ave que anida en estanques, lagos de agua dulce, humedales con aguas abiertas y vive en zonas con abundante vegetación y pajonales.
La comadreja provino de una entrega voluntaria en Juana Koslay. Está siendo acompañada por veterinarios y cuidadores en su recuperación. Las comadrejas (Didelphis albiventris) son una especie de marsupial que habita ambientes muy variados, desde selvas subtropicales hasta zonas abiertas como sabanas y pastizales. En nuestra provincia, habita tanto en áreas rurales como urbanas.
Es una especie que se caracteriza por ser solitaria y crepuscular o nocturna, si bien es de hábitos principalmente terrestres, suele trepar con agilidad, ayudándose con la cola. También es una excelente nadadora. De día descansa en huecos de árboles, troncos caídos o en madrigueras que ella misma elabora.
En cuanto a su alimentación, las comadrejas se alimentan con frutos, semillas, hojas, lombrices, insectos, arañas, moluscos y vertebrados de diferente tamaño, por esta razón, cumplen un importante rol como controladoras de plagas en los ecosistemas locales.
Las tres reinamoras provienen de un decomiso de la Policía Ambiental. Dos hembras y un macho se encuentran transitando un periodo breve de cuarentena, que deben realizar por protocolo para luego comenzar su recuperación y rehabilitación.
Ya sea por sus colores distintivos, su manera de cantar o su valor económico, la reinamora es un ave que entra en un circuito de tráfico ilegal de animales que amenaza su existencia, convirtiendo a la especie en una de las principales víctimas de mascotismo. Es de los pájaros más domesticados de la provincia y eso afecta el rol clave que juega en los ecosistemas de San Luis.
En dicho contexto, es una de las especies más decomisadas en la provincia, ya que sufre una fuerte presión de caza para ser comercializada en el mercado ilegal.
Habita arboledas densas del norte y centro de San Luis, en las ecorregiones chaco seco y espinal. Al alimentarse de semillas, cumple un papel fundamental en los ecosistemas locales porque colabora en la dispersión de plantas autóctonas. Su alimentación consiste en pequeños frutos e insectos. En cuanto a sus características físicas, mide aproximadamente 15 centímetros: el macho tiene un plumaje de color azul marino, con tonos tirando a celeste sobre la ceja, mientras que la hembra posee un plumaje de color marrón.
Finalmente, un alilicucú, habitante nativo de nuestros cielos, también llegó al CCVS y comenzará su recuperación. El alilicucú común, al igual que todos los búhos pequeños, es mucho más fácil de identificar por su vocalización: un trino rápido y corto con un pop al final.
Es un pájaro marrón grisáceo con marcas finas, incluyendo rayas finas en las partes inferiores con marcas negras rodeando la cara. Se encuentra en hábitats arbolados; a veces sale a áreas abiertas de arbustos o jardines con algunos árboles dispersos. Usualmente, es el buhito más común en su rango.
