Un cóndor andino fue rescatado en Cerro El Amago

El ejemplar juvenil macho fue rescatado por Bomberos Voluntarios de La Carolina y fue trasladado al Centro de Conservación de Vida Silvestre de La Florida para iniciar su recuperación.

Estos ejemplares ayudan a controlar la población de otras especies carroñeras.

Los bomberos dieron el aviso al equipo de fauna ambiental, y fue trasladado al Centro de Conservación de Vida Silvestre. Allí lo evalúan veterinarios, quienes darán a conocer durante las próximas horas el diagnóstico y estado de salud del ave. “Activamos inmediatamente el protocolo adecuado para estos ejemplares. Por ahora estamos realizando estudios complementarios y analizando el comportamiento de las primeras horas del cóndor”, indicó la veterinaria Andrea Gangone, del CCVS.

El reciente ingreso se suma a una larga trayectoria de la Provincia en materia de cuidado y protección de la fauna nativa. Es importante recordar que actualmente el CCVS brinda cuidados y atención veterinaria a tres ejemplares más; uno de ellos transita su último período de rehabilitación y será liberado en otoño.

También se encuentra “Taynemta” (hembra) con imposibilidad de volar por tener parte de su ala amputada, junto a un cóndor macho ciego. Lamentablemente, ninguno de los dos podrá volver a volar ni vivir en su hábitat natural, y permanecen en el centro de conservación y cumplen un importante rol en la educación ambiental.

La importancia de su conservación

El ave más grande del mundo, cumple una función clave en los sanluiseños, ya que se alimentan de animales muertos y en estado de descomposición, evitando de esta forma la proliferación de bacterias que pueden generar enfermedades en los humanos.

Estos ejemplares ayudan a controlar la población de otras especies carroñeras y así contribuir a mantener el equilibrio del ecosistema. Entre sus principales amenazas se encuentran la caza por parte del hombre por la falsa creencia de considerarlo un predador, envenenamiento por cebos tóxicos (ejemplo estricnina), intoxicación por plomo (por la ingesta de perdigones que quedan en la carroña), y envenenamiento por ingesta de carroña con altas cantidades de pesticidas (ejemplo Dicloro Difenil Tricloroetano).