NUEVA GALIA
El gobernador Poggi visitó a la comunidad menonita en su reducto agroindustrial
Llegados desde México hace más de una década, incentivados a invertir en la primera gestión de Poggi. Se dedican a la cría bovina, la lechería y la fabricación de quesos. Además, son expertos en carpintería, metalúrgica y la fabricación de artesanías. Actualmente hay alrededor de 400 habitantes que se abastecen a través de sus propias producciones. Luego de 10 años, el Primer Mandatario volvió para conocer el crecimiento que tuvo la colonia. “Les prometí que iba a volver y lo hice”, les dijo.
A 290 kilómetros de la capital de San Luis y a 20 de la localidad de Nueva Galia, por un largo camino de tierra desolado al que se accede desde la autopista 55, está El Tupá, el campo de la comunidad menonita de San Luis, gente de origen alemán, que llegó desde la colonia Santa Rita de Cuauhtémoc, en el estado de Chihuahua, en México. “La verdad es que es un verdadero parque industrial: tienen 15 empresas metalúrgicas, 30 tambos y una fábrica de quesos. Es una joya lo que tenemos acá”, destacó el Primer Mandatario en un discurso posterior.
Más de 10 mil hectáreas son las que habita la comunidad que se originó en el ala pacifista del movimiento anabaptista. Sus orígenes se remontan a Zúrich, Suiza, en 1525. Actualmente tiene alrededor de 400 habitantes y se convirtió en un pueblo agroindustrial.
Luego de 10 años sin pasar por allí, este miércoles el gobernador Claudio Poggi arribó a la comunidad, donde fue recibido por el encargado, Johan Freissen Quiring, y demás integrantes para darle la bienvenida y contarle detalles del crecimiento que experimentaron a fuerza de trabajo y dedicación.
“Tengo una mirada muy clara de que tenemos que hacer una provincia productiva, de mucho trabajo. Es lo único que nos va a sacar adelante, entonces me gusta mucho ver emprendimientos como el de ustedes, donde le agregan valor a las cosas. Son gente que va siempre para adelante y eso, junto con el valor de la palabra, es algo muy fuerte, muy importante”, les dijo el Gobernador a los jefes menonitas.
Entre los campos y las casonas que están dispersas y lejanas unas con las otras, Poggi recorrió cada uno de los sectores donde se dedican a la cría bovina, la lechería y la fabricación de quesos. También tienen mucha habilidad para la carpintería, la metalúrgica y la fabricación de artesanías.
La primera fábrica que el Gobernador recorrió fue la de la producción de quesos. Según le comentó el encargado, trabajan de lunes a sábados y producen por día 600 kilos de quesos para comercializarlos en Neuquén, San Luis y Villa Mercedes.
Luego se trasladaron hasta un galpón donde realizan trabajos relacionados a la metalúrgica, como por ejemplo sillas y mesas de una fortaleza admirable, además de silos y galpones que venden en todo el país. Allí, el Gobernador pudo dialogar con las familias que se abastecen de sus propias producciones.
Según recordó Poggi, visitó la comunidad por primera vez hace 10 años atrás cuando transitaba su primer mandato como Gobernador de San Luis. “Tenemos una provincia hermosa y llena de oportunidades. Ustedes son ciudadanos de San Luis por eso me llevo algunas inquietudes y necesidades que tiene la colonia para ver la manera de solucionarlas y ayudarlos”, les dijo, para enseguida contarles los avances experimentados desde la vuelta de San Luis al Consejo Federal de Inversiones: “El CFI ofrece, entre otras cosas, líneas crediticias, planes de fomento, o garantiza inversiones productivas como las que llevan adelante en El Tupá”.
Agradecidos por su presencia, los representantes de la comunidad destacaron el compromiso que el Jefe de Estado tuvo con ellos desde un primer momento. “Es muy importante verlo acá en el sur de San Luis porque es una provincia muy productiva”, contó David, el encargado de la ferretería de la comunidad. Contó que las familias trabajan individualmente. “Es un pueblo privado, pero tiene las puertas abiertas para todos los que nos quieran visitar”, aseguró.
Según la religión, las mujeres se dedican a la confección de la vestimenta de las familias, el mantenimiento del hogar, huertas y crianzas de los niños y niñas. Los jóvenes, en tanto, están cada vez más vinculados con la población de Nueva Galia ya que algunas costumbres ancestrales fueron dejadas atrás.
