CONMEMORACIÓN
Se cumplen 205 años de la declaración de la autonomía provincial
El 26 de febrero de 1820, los representantes locales en el cabildo decidieron su nueva organización. Ese día le pidieron la renuncia a Vicente Dupuy, y el 1º de marzo se designó gobernador a José Santos Ortiz. Se firmó un acta proclamando la autonomía de la provincia de San Luis, respecto de la gobernación de Cuyo.
El 26 de febrero de 1820 nacía la provincia de San Luis como ente autónomo. El 15 de febrero, con el tañido de las campanas, se convocó a los principales vecinos de la ciudad (según el acta que guarda el Archivo Histórico Provincial) para que se reuniesen en la sala consistorial de acuerdo para celebrar un Cabildo Abierto. Ese día se resolvió pedir la renuncia al teniente gobernador Vicente Dupuy (designado por el director supremo en 1814), y se decidió reasumir el Gobierno en sí mismo.
Días más tarde, el 26 de febrero, el nuevo Cabildo dictó las bases de la nueva organización que daría la flamante provincia autónoma, erigiéndose, entre otras disposiciones, como Cabildo-Gobernador. En tanto el 1° de marzo (el mismo día que San Juan) nombraron al primer gobernador de la provincia autónoma, don José Santos Ortiz.
Ese hecho histórico trascendental fue precedido de otros que desencadenaron esa decisión. El año 1820 fue convulsionado por las guerras internas entre federales y unitarios, la amenaza del Brasil que desembocó en otra guerra, las batallas por la independencia en el norte (Salta, Tucumán y Jujuy) y en los Andes, la sublevación de Arequito, la disolución de las autoridades nacionales, el levantamiento de la liga de los Pueblos Libres comandada por José Gervasio de Artigas contra el Directorio y finalmente la disolución de las autoridades nacionales tras la batalla de Cepeda el 1º de febrero de 1820.
Las causas de todos estos acontecimientos, que la historia oficial denominó ‘período de la anarquía’, se sitúan en dos hechos concretos: la Constitución unitaria de 1819 y el proyecto monárquico promovido y negociado por el Directorio y el Congreso, que quedó frustrado por la resistencia de las facciones federales al mando de los caudillos provinciales.
Fuentes: Cristian Altavilla (abogado) | Guillermo Genini (licenciado en Historia).