POLÍTICA HABITACIONAL
Seis familias de La Toma sintieron mucho más cerca el sueño de la casa propia
El gobernador Poggi las acompañó a recorrer el lote de cada una de las futuras viviendas y anunció que este año podrán hacer el brindis de Navidad en ellas.
Los lotes están limpios y cada uno está separado por un cartel que describe la manzana y el número de casa. Aunque ahora están desolados y listos para comenzar con la construcción, seis familias de La Toma ya tienen carta libre para soñar con ser propietarios y esperar con ansias la próxima Navidad.
Así lo anunció el gobernador Poggi este lunes durante sus actividades en La Toma, mientras recorría los lotes listos para recibir los ladrillos. “En diciembre nos mudamos para que pasen la Navidad en sus casas”, dijo.
Estás seis familias son parte de las más de mil que quedaron a la espera de sus viviendas con muchas cuotas pagas y que la administración anterior decidió no construir y dejarlas a la deriva sin motivo alguno.
“Hemos venido a trabajar a La Toma porque no quería dejar de juntarme con ustedes. Hoy seis familias comienzan a cristalizar el sueño de la casa propia. Ustedes al principio de 2011 empezaron a depositar sus sueños pagando las cuotas de las viviendas que nunca se hicieron”, aseguró el Gobernador durante el encuentro.
En ese sentido, Poggi destacó que la construcción se replica en toda la provincia y que inclusive en las localidades más chicas se realizan junto con los municipios. Sin embargo, en La Toma la administración decidió no ser parte de la política habitacional.
“No sabemos por qué la intendencia no quiso. Nosotros hicimos el llamado a licitación y acá estamos por empezarlas a construir”, señaló el Mandatario.
Luego de hablar con los vecinos, el Gobernador invitó a las familias a recorrer los terrenos donde bajo un sol abrasador comenzaron a soñar y proyectaron un futuro mejor.
El primer lote que pisó Poggi fue el de la manzana A, Casa 11. “Pasa y cerrá la puerta”, le dijo a modo de broma el Mandatario a la familia que pasará la Navidad en ese lugar que ahora solo representa un baldío pero está cargado de ilusiones.
El recorrido que hicieron podría tratar de describirse de mil maneras con palabras, pero ninguna sería equivalente a lo que transmitían los ojos de Roxana Castro al pisar por primera vez el terreno que en unos meses será su casa.
Acompañada por su familia, la adjudicataria puntualizó lo que significa esto para la calidad de vida y cuánto lo esperó. “Como todos, me inscribí en 2011 y pagué religiosamente las cuotas. Habíamos perdido las esperanzas porque pasaban los años y no había novedades, hasta que llegó Poggi y renació esa esperanza”, detalló Roxana, quien aseguró que la vivienda propia es “una bendición y un sueño al que todos aspiramos”.
De la misma manera, Norma Muñoz relató las sensaciones que la invadieron al enterarse que el anhelo de la casa propia finalmente sería realidad. “La vivienda es todo, la necesitaba porque tengo hijos que cuidar, uno de ellos con discapacidad, y pagar un alquiler todos estos años fue casi imposible. Pensé que no se iba a cumplir, pero acá estamos y es una felicidad enorme”, indicó entusiasmada.