La Asociación Civil ‘Casa de Todos’ contiene a más de 60 chicos 

Lorena Loyola preside la Asociación Civil ‘Casa de todos’. Este viernes con mucha emoción recibieron la resolución que les otorga personería jurídica: “Para nosotros es un paso muy grande, para refaccionar, arreglar el comedor, cumplir con las metas que tenemos planificadas con los niños, de darles oficio, mejorar las instalaciones del salón, que ellos tengan un mejor espacio donde estar, que sea su lugar, su cable a tierra”.

Lorena contó que vienen con esta tarea desde hace más de diez años: “Nuestro comedor siempre se llamó ‘Dejando una Huella’ y nuestra ONG ‘Casa de Todos’. Nosotros estamos muy agradecidos porque es un paso gigante, es cumplir una meta y ya con la personería se nos facilita todo para los festejos de Papá Noel o Reyes que nos organizaremos de una mejor manera. Asistimos entre 40 y 45 familias, eso varía y tenemos entre 60 y 80 niños”.

 “Siento mucha gratitud porque hace años que venimos trabajando y a veces nadie sabe, nadie se entera, así que gracias por todas estas oportunidades que nos han dado a nosotros y a tantas personas”, expresó.

Entre las actividades que llevan a cabo está la Escuelita Dominical: “No damos una doctrina para que sigan alguna religión, sino que simplemente conozcan a Dios y lo que puede hacer en nuestra vida. Por eso nuestra iglesia se llama ‘Casa de Todos’. Además hacemos juegos, actividades, hay piletas, se bañan, les hemos llevado a un lugar a pasar el día ahí. Festejamos cumpleaños, Día del Niño. Hacemos una bienvenida cuando retomamos el año, queremos que ellos pasen tiempo en el comedor y no en la calle, contenerlos y acompañarlos”.

Lorena se emociona cuando habla de su tarea y anhela continuar ayudando a más personas: “Amo estar al servicio, ayudar a todos aquellos que vengan, darles un poquito del amor y el cariño que uno tiene y que sepan que uno está y no están solos”.

Sobre el origen de su vocación, Lorena describió: “Creo que lo heredé de mi mamá, cuando yo era chica ella hacía lo mismo. Amo poder ayudar, contener, dar un poco de cariño. Creo que Dios me ha sostenido y Él me da de su amor y su gracia para seguir. Esta vocación me ha hecho postergar tiempo con mi familia, pero por suerte mis tres hijos me acompañan, me ayudan a organizar las actividades y festejos para los niños, quiero enseñarles a siempre ser agradecidos y a mirar con ojos de amor al otro”.