FAUNA
Una víbora de cascabel y un lagarto colorado regresaron a su hábitat natural
Dos reptiles nativos retornaron a la silvestría gracias a la intervención del Centro de Conservación de Vida Silvestre y la Policía Ambiental. Las elevadas temperaturas favorecen la aparición de estos ejemplares en cercanías a las viviendas o caminos.
La aparición de estos reptiles en zonas urbanas y periurbanas es algo común en temporada de verano, cuando las temperaturas son más elevadas. Esto se debe a actividades propias de su comportamiento biológico, y la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable advierte sobre las precauciones que hay que tomar al toparse con ellas.
Si bien el lagarto colorado no es venenoso es importante recordar en nuestro país existen más de 100 especies de serpientes que contribuyen al control biológico de las regiones donde se encuentran distribuidas. En San Luis hay cinco especies de víboras venenosas: yarará ñata, yarará chica, yarará grande o de candado, cascabel y la serpiente coral. El envenenamiento provocado por la mordedura de alguno de estos ofidios venenosos pueden ser potencialmente graves, pero también es prevenible y tratable.
¿Qué hacer ante la mordedura de un ofidio?
Mantener la calma.
Aflojar o sacar la ropa apretada del área de la mordedura (anillos, relojes y pulseras).
No aplicar ningún torniquete, ni intentar capturar o matar a la víbora.
No aplicar o sumergir el área de la herida en agua ni en otros líquidos.
No aplicar cataplasmas, ungüentos ni hacerle cortes o succionar el veneno para sacarlo.
No tomar bebidas con alcohol, cafeína ni medicamentos antes de consultar en los establecimientos de salud.
Recurrir de inmediato al hospital más cercano, o pedir asistencia sanitaria para determinar si es necesario o no un antídoto.