A 27 años de la Ley de Discapacidad, su autor lucha día a día para que no se modifique

Daniel Durante fue el promotor de la Ley 24.901 de Discapacidad, un hito fundamental en la historia legislativa argentina que busca garantizar la igualdad de derechos y oportunidades para las personas con discapacidad. “Permitió, por primera vez, que las personas con discapacidad no fueran vistas como una carga, sino como sujetos de derecho”, dice.

Para conmemorar este aniversario, Daniel Durante, el autor de la ley, contó cómo surgió el proyecto.

La Ley de Discapacidad fue promulgada el 3 de diciembre de 1997, bajo la presidencia de Carlos Menem. Su autor, Daniel Durante, recordó que la inquietud por crear la ley surgió a partir de sus visitas a psiquiátricos y hospitales, donde pudo constatar la situación de abandono que padecían muchos jóvenes y adultos con discapacidad.

“La gran mayoría eran jóvenes y adultos abandonados. Me empezaron a invitar a conferencias organizadas por asociaciones de personas ciegas, sordas y mudas, quienes me pedían si podía hacer algo para que sus asociaciones pudieran afiliarse a obras sociales, ya que eran rechazados constantemente”, relató.

Entonces comenzó a trabajar en la redacción de un proyecto que otorgara cobertura a las personas con discapacidad y les permitiera acceder a los derechos básicos, como la salud y la inclusión social. Fue respaldado por diversas organizaciones y obtuvo el apoyo de figuras como el entonces senador Hermes Binner, quien también jugó un papel importante en la aprobación de la ley.

Uno de los principales logros de la Ley 24.901 fue la creación del sistema de prestaciones para personas con discapacidad, lo que permitió que muchas personas accedieran a servicios médicos, asistencia técnica y programas de apoyo que antes no existían o eran inaccesibles. Además, la ley impulsó la creación de espacios de accesibilidad y promovió una mayor sensibilización en la sociedad sobre la temática de la discapacidad. “La ley permitió, por primera vez, que las personas con discapacidad no fueran vistas como una carga, sino como sujetos de derecho”, destacó Durante.

Considera el articulo 2 como el más importante y citó: “Las obras sociales, comprendiendo por tal concepto las entidades enunciadas en el artículo 1º de la ley 23.660, tendrán a su cargo con carácter obligatorio la cobertura total de las prestaciones básicas enunciadas en la presente ley, que necesiten las personas con discapacidad afiliadas a las mismas”.

Sin embargo, a pesar de estos avances, Durante se mostró preocupado por el futuro de la ley en el contexto actual. “Estamos luchando todos los años para que no se modifique”, declaró preocupado. De hecho, hay proyectos dando vuelta como uno del año 2023, “que pretenden desregular, que cada obra social diera la prestación que quisiera y pagara lo que quisiera”.

Para finalizar, Durante explicó que, en caso de no cumplirse algún artículo de la ley por parte de las prestadoras, las personas con discapacidad o sus familiares directos pueden establecer un recurso de amparo. El amparo constituye un proceso realmente simplificado, tanto en tiempo como en cuanto a sus formas porque es el proceso judicial más urgente y abreviado que existe en nuestro ordenamiento jurídico. Su principal objeto es reparar de modo urgente y eficaz un derecho fundamental vulnerado por la autoridad pública o por un particular, en este caso el derecho a la salud.

El autor de la ley también advirtió sobre los desafíos que enfrenta la norma en el futuro, independientemente del gobierno de turno, es necesario que la sociedad civil y las organizaciones de discapacidad sigan luchando por la plena aplicación, ya que aún existen muchas barreras que limitan la integración real de las personas con discapacidad.

La Ley de Discapacidad fue un gran paso. El desafío ahora es garantizar que se cumpla de manera efectiva en todo el país y que se continúen ampliando los derechos de las personas con discapacidad, concluyó.

Hoy, al mirar atrás, vemos que la Ley 24.901 de Discapacidad no solo cambió la vida de la gente que sufre, sino también la conciencia colectiva sobre la igualdad de derechos. Sin embargo, como señala su creador, no hay que dejar de luchar para que el camino de la inclusión continúe avanzando.