MALOS OLORES
SENASA y Ambiente suspendieron el ingreso de hacienda al feedlot ‘La Nelly’
Al vencerse el plazo de 60 días para la presentación del Certificado de Aptitud Ambiental, emitido por la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el SENASA determinó la suspensión del ingreso de nuevos vacunos hasta que la empresa se adecúe a la normativa vigente.
En base a la última inspección realizada entre la cartera ambiental y SENASA, se estableció un plazo de 60 días para que la empresa presente su Certificado de Aptitud Ambiental (documento que se entrega a un emprendimiento / empresa cuando es aprobado su Estudio de Impacto Ambiental). Cumplido este tiempo, en base a que la empresa presentó una nueva auditoría, cuyos requerimientos ya fueron comunicados y contestados, pero no en el estado completo que se necesita para la mitigación de una situación ambiental.
El establecimiento ‘La Nelly’ se encuentra ubicado en Dónovan, a 10 kilómetros de la ciudad de San Luis. Actualmente realiza el engorde de ganado bovino y cuenta con 4.000 cabezas de ganado, con las cuales abastece a una amplia cantidad de carnicerías en la provincia de Mendoza, donde su dueño tiene un frigorífico.
La proliferación de olores nauseabundos ha sido percibida y denunciada por los vecinos de la ciudad de San Luis y de Juana Koslay. La empresa realizó una limpieza de corrales y avanzó en la canalización y la construcción de una pileta de efluentes pero nunca los finalizó. El monitoreo desde la cartera ambiental ha sido intenso y se han agotado todas las instancias de espera, mediación para la resolución de estos olores percibidos a kilómetros de distancia.
“En estos diez meses hemos llevado adelante doce inspecciones, en donde nosotros le señalamos al feedlot por todos los medios para que se puedan adecuar a las normativas en base a mitigar la emisión de gases que generan los animales en los corrales. Estas presentaciones para la mitigación de esos olores, fueron hechas de forma parcial, no demostrando la preocupación y el interés por querer solucionar la problemática y provocando la intervención del organismo federal con competencia: SENASA”, subrayó el jefe del Área de Monitoreo, Control y Fiscalización Ambiental, Alex Simioli.
En los requerimientos exigidos por SENASA y la cartera ambiental, había dos principales: limpieza regular de los corrales, una vez al mes o cada dos meses. Desde que comenzó su funcionamiento hace casi una década esta limpieza se realizaba de manera anual, generando montículos con vapores percibibles en largas distancias. A la falta de limpieza de corrales, se le generó material arcillado, fruto de la acumulación de las heces de animales.
El otro foco importante que no fue atendido es el de la pileta de efluentes, donde van a parar todos los deshechos líquidos. Cuando llueve, por desnivel, el efluente baja y arrastra todos los residuos de los corrales, estiércol líquido. Al no tener una pileta de contención había acumulación de residuos líquidos y filtraciones. “La pileta fue unos de los requerimientos principales y al día de la fecha no está culminada y falta el canalizado de los corrales”, concluyó Simioli.
En base a esto, agotándose todo tipo de plazo, se tomó la decisión con SENASA de suspender el ingreso de hacienda, hasta que la empresa regularice su situación y pueda presentar el Certificado de Aptitud Ambiental.